Incertidumbre y temor por efectos de la automatización de puestos de trabajo en el sector Comercio: Negociación Colectiva es clave para enfrentarla

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Destrucción y creación de nuevos empleos, precarización de las condiciones laborales y falta de capacitación en las nuevas habilidades que se requerirán para la reconversión. Esos son los principales temores de los(as) trabajadores(as) del Comercio ante el creciente e inevitable uso de tecnologías que está poniendo en jaque la forma en que concebimos tradicionalmente el Trabajo a nivel planetario. En tanto para los empresarios, su principal preocupación no es solo su permanencia en el mercado y mantenerse competitivos sino también se plantean si los trabajadores(as) se van a  resistir o no lograrán adaptarse a los cambios.

Estas son parte de las conclusiones del encuentro tripartito sobre “Reconversión de la empresa y del trabajo en la era de la digitalización”, desarrollado a mediados de septiembre en el cual participaron representantes de los empresarios (Cámara Nacional del Comercio, CNC), trabajadores (CUT Chile, a través de su Consejo Ramal del Comercio), Gobierno (Ministerio del Trabajo y Previsión Social)  y de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

El informe de este encuentro, se dio a conocer en el marco de la Asamblea Nacional de Delegados del Sindicato Interempresas Walmart-Líder (SIL), celebrada este martes y miércoles en el Salón Auditórium de la CUT. Y es precisamente, el Comercio uno de los sectores que ya se está viendo afectado por el uso de las tecnologías, en el que se estima que hay cerca de dos millones de trabajadores(as). Así lo señaló el encargado del Consejo Ramal del Comercio de la CUT, el consejero nacional Juan Moreno, tras el término de la Asamblea, en la que dentro de las actividades desarrolladas (además de conmemorar los 11 años del SIL), se llevó a cabo el panel “No a la precarización laboral en el futuro del trabajo”, en el que expertos como Ximena Concha, (consultora y ex secretaria Ejecutiva de ChileValora);  Maribel  Batista, especialista de la oficina de Actividades para los Trabajadores, ACTRAV de la OIT Cono Sur y Roberto Morales, director Ejecutivo de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) de la CUT, analizaron los alcances de este informe.

Otra de las conclusiones importantes que se extraen del informe del citado encuentro tripartito es que “existe acuerdo en que se enfrenta un proceso de transformación inevitable del mercado y del trabajo propiamente tal, un momento de cambio profundo donde las nuevas tecnologías impactarán los empleos y las condiciones de trabajo como las conocemos hasta ahora”. Sin embargo, señala el informe, “se reconoce un alto nivel de desinformación sobre la magnitud y velocidad de los cambios que se avecinan, cuáles son las habilidades que requerirán los nuevos oficios y puestos de trabajo que se creen, qué oficios desaparecerán o serán modificados. En general, no existe una comprensión cabal de todo el fenómeno ni de los nuevos lenguajes”.

Batista (ACTRAV), dijo que si bien las tecnologías aplicadas a los puestos de trabajo, “en sentido general pero de manera muy especial en el Comercio, puede contribuir a crear buenos empleos pero también pudiera contribuir, y es lo que se debe evitar, a precarizar más las condiciones de trabajo”, es decir hay que velar que los nuevos empleos o sus modificaciones, cumplan con mínimos estándares como protección social, normas de salud y seguridad en el trabajo, salarios fijos y decentes,  respetándose el  derecho a la libertad sindical y a la negociación colectiva entre otros. La ejecutiva de la OIT valoró instancias de diálogo social como “en el caso del Comercio que hay un espacio de diálogo tripartito, en el cual en la última reunión el Gobierno se sumó. Es importante ese espacio para ver cómo impactan los cambios”.

En esa línea, fue enfática en señalar  el rol de las organizaciones sindicales: “La negociación colectiva es clave. El diálogo social a nivel macro por supuesto pero la Negociación Colectiva también, porque es lo que permite hacer frente en tiempos más reales y de  acuerdo a la especificidad del tema de la empresa y de los trabajadores que están en ese lugar de trabajo, entonces  Negociación Colectiva como una herramienta de diálogo social es clave en este proceso”.

Pero el rol del Estado sin duda también es clave pues, puntualizó, este debe diseñar políticas públicas “para responder a los trabajadores que van a ser desplazados, políticas públicas para responder a los trabajadores que tienen que ser reconvertidos y tiene que estar ahí para vigilar que en esas nuevas actividades se cumplan los derechos laborales” y también, agregó, como “facilitador del diálogo entre empleadores y trabajadores y equilibrar de la mejor manera los intereses de ambas partes, siempre protegiendo a los trabajadores”.

En tanto Moreno (CUT),  explicó que seguirán con encuentros con más actores para robustecer con respaldo transversal y diálogo social la línea de trabajo para enfrentar este irremediable cambio en el mundo del trabajo. La mayor preocupación en el sector es la eventual precarización laboral en los nuevos puestos que se creen a partir de las tecnologías aplicadas “a las funciones más repetitivas. Reponer en los supermercados es una tarea repetitiva, igual que atender una caja. Más que un robot venga a reemplazar estas funciones (que ya hay algunos), lo que va a pasar es que se instala un software para que haya compra on line, compra inteligente, salas de ventas inteligentes (…). El empleador puede instalar una caja inteligente, pero el problema es  si el trabajador tiene un contrato para manipularla o  le están cambiando el contrato o va a tener otras funciones. Estamos hablando de un de contrato de trabajo, por lo tanto tiene que haber una regulación por parte de la Dirección del Trabajo (DT). Y ahí está nuestra preocupación, porque lo que está haciendo hoy la DT, es retroceder en derechos para los trabajadores: ¿Cómo entonces  va a regular que estos cambios no precaricen el empleo?, ¿va a haber un plan de fiscalización?, ¿va a generar herramientas para poder decir esto es hasta aquí, esto no corresponde?”.

En esa perspectiva, acotó que al Gobierno de Sebastián Piñera “le quedan 3 años para realizar una propuesta que aborde esta revolución 4.0. Y más allá de anuncios del  Sence y de ChileValora, no hemos tenido noticias porque la instancia tripartita de la que nace este informe es una instancia de acuerdo entre la CUT y CNC. El Estado recoge información pero aún no tiene una propuesta”.

Morales (FIEL), junto con valorar que el SIL coloque este tema en el tapete público, para así “hacer más cotidiana esta discusión”, instó a “seguir buscando alternativas para enfrentar de mejor manera todo los cambios. Las transformaciones en el mundo del trabajo son un hecho. Y esto no se pude discutir de uno en uno. Se tiene que discutir  con organizaciones de trabajadores, empleadores y con un Estado mucho más activo, el cómo estos procesos se van a enfrentar con lo que denominan la transición justa,  o sea cuáles son las políticas públicas para enfrentar este proceso de cambio y cómo las políticas ayudan a que el impacto en las personas sea lo menos negativo posible”.

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