Expectativas de los trabajadores sobre ingreso del Estado de Chile al Consejo de Administración de la OIT

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El Gobierno de Chile, tiene que comportarse a la altura de ser parte de esta instancia y por lo tanto ser el primero en cumplir y ser un país ejemplar en materias de cumplimiento de los convenios internacionales,   respeto de los derechos fundamentales, sino que también debe ser un país que haga gala de su capacidad de entender el diálogo social como el instrumento básico”.

Esas son las principales expectativas que la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa manifestó sobre el ingreso del Estado chileno – en este caso el gobierno de Sebastián Piñera- al Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -única instancia de diálogo social tripartito (Estado-Trabajadores-Empleadores) de la Organización de Naciones Unidas (ONU)- y que este 2019 está conmemorando su centenario, promoviendo con fuerza la “Justicia Social, tripartismo y el Trabajo decente» en los 187 países miembros en el marco de la Agenda 2030.

En el 2018 –durante el Gobierno de Michelle Bachelet- se acordó el ingreso del Estado de Chile  como  titular a partir del  1° de enero de este año y seguirá siendo titular hasta el año 2023. Son 56 miembros titulares que conforman el Consejo Administración de la OIT: Representado por 28 gobiernos, 14 organizaciones de trabajadores  y 14 de empresarios.

El director de la OIT para el Cono Sur de América Latina, Fabio Bertranou dijo que: “Es muy importante que Chile vuelva a formar parte en el estamento gubernamental del Consejo de Administración que es el organismo de gobierno de la OIT que define en cierta forma cuál es el programa y presupuesto de la organización.  Esto genera una oportunidad para participar, pero también genera ciertas responsabilidades y ciertos compromisos para promover la agenda de trabajo decente, promover la ratificación de convenios y estar en los debates de cuál van a ser los lineamientos de la organización”,acotando que “es una oportunidad histórica también para que eso se proyecte a nivel nacional y que podamos reforzar también el tripartismo y la participación de los trabajadores en las distintas instancias de las discusiones de las políticas laborales y las políticas que justamente tienen que ver con el desarrollo sostenible con foco en el trabajo y en el empleo”.

Y ser parte del Consejo de administración de alguna manera, dijo Bertranou: “Da una mayor visibilidad de protagonismo que puedan tener las políticas de trabajo en el país mismo”. El Consejo, explicó, tiene distintas comisiones que le reportan; entre ellas está de la Aplicación de Normas y de Libertad Sindical: “Hay que ver cuál es la decisión que tiene Chile de su participación en las distintas comisiones”.

El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, aseguró que esta es: “Una responsabilidad muy importante (…).Tenemos que empujar, no solo en Chile, sino que en todos los países miembros de la OIT,  la cultura de un trabajo de calidad que dignifique, que genere oportunidades de progreso, que genere oportunidades de avanzar, pero ante todo que defienda y respete la dignidad de los trabajadores”.

En tanto, Figueroa aclaró que no hay que perder la perspectiva de que la designación del Estado chileno al Consejo de la OIT se acordó durante el gobierno pasado, en el cual se aprobó la Reforma Laboral: “Y ese no es un dato menor,  porque entendemos además que el marco de debate y las propuestas que se hicieron, si bien limitadas, pero donde se avanzaba respecto de garantías de derechos fundamentales como fortalecimiento del sindicato, la garantía del derecho a huelga sin reemplazo, que eran materias permanentemente observadas por parte de los informes de la OIT sobre el cumplimiento de Chile  en materia de convenios internacionales, probablemente también hicieron un peso específico a la hora de su designación”.

Por lo tanto, en esa línea puntualizó, que esta designación: “También tiene que ver con el reconocimiento al valor que le da al tripartismo, al diálogo social. Y eso, que hasta ahora no ha sido parte del sello del nuevo Gobierno, esperamos que en el marco de este nuevo desafío se asuma y se comprenda con mayor plenitud. Es probable que siendo parte del Consejo de Administración de la OIT, conozca la experiencia de otros países y eso ayude a que entienda y sensibilice a la autoridad sobre esta gran necesidad de contribuir diálogo social. No es solo un debate nacional, no es solo un problema de las democracias locales sino que, finalmente, hoy es parte del debate mundial a propósito de las amenazas a la soberanía de los países y también al ejercicio de la democracia”.

La CUT en reiteradas ocasiones ha señalado que la instancia propicia para el diálogo social tripartito en Chile, es el Consejo Superior Laboral (tripartito: Estado-Trabajadores-Empleadores) creado al alero de la reforma laboral (hoy Ley 20.940). Y de hecho, contó Figueroa, la Comisión de Aplicación de Normas del Consejo de la OIT,  lo “ha observado muy positivamente (…). Por lo tanto, esperamos que eso también sea un incentivo para que Chile en esa materia asuma con mayor propiedad, particularmente este Gobierno, el desafío del diálogo social”.

El ingreso del Estado chileno al Consejo de Administración, además justo coincide con la conmemoración de los 100 años de la OIT. Al respecto, Figueroa comentó: Esperamos que la autoridad que nos tiene que representar ahí, actúe a la altura del cargo que va a ostentar. Estamos haciendo este debate del centenario de la OIT en el marco de un documento tripartito sobre el futuro del trabajo -que fue dado a conocer ahora el 22 de enero- y que es un tremendo documento como para proyectar los desafíos de los países, tanto en el marco de la agenda 2030 como también de los nuevos desafíos, que tienen que ver con la revolución tecnológica pero que no radica solo exclusivamente ahí sino que también en desafíos como el cambio climático, el desarrollo sustentable,  las economías verdes, las energías limpias. Y por otro lado, el gran potencial y la oportunidad que reviste para países como el nuestro que envejecen rápidamente, la migración. Por lo tanto, las oportunidades que ahí se abren también generar más políticas de desarrollo junto con las políticas de arrastre que tenemos que seguir abordando que son por ejemplo: Superar las brechas de género,  una mayor incorporación en plenitud de derechos de la mujer al mundo del trabajo y los mismo en el caso de la juventud”.

Finalmente, la dirigente de la Central, afirmó que: “También entendemos que esto no solo desafía a los gobiernos a las buenas prácticas,   al cumplimiento de los convenios y ratificación de otros que hasta ahora no han sido ratificados por nuestro país sino que también, es un llamado de atención a las contrapartes a que hoy día actuemos con más niveles de  transparencia, que hoy día nos pongamos en un estándar superior, para que de esa manera también podamos darle la relevancia al rol que va a jugar el Estado de Chile en su participación en el Consejo de Administración de la OIT (…). Nosotros como mundo trabajador nos sentimos plenamente interpelados a desafiarnos a ser más y mejor organización”.

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