El 12° Congreso Nacional de la CUT, por varias razones, se alza no solo como uno de los eventos internos más importantes en materia orgánica de la Central, sino también se desarrollará en un contexto nacional marcado por la contingencia  político-social-derechos humanos que vive el país desde el pasado 18 de octubre.

Es por ello, que la elección del Estadio Víctor Jara (ex Estadio Chile) como escenario de los días que durará el Congreso de la CUT, no es al azar pues: “…es una señal potente, no solo de memoria, de compromiso irrestricto con los derechos humanos ayer y hoy, sino también ensalzándolos como una gran tarea”, dijo la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.

Y es, precisamente,  una gran tarea pendiente porque, precisó:”…la verdad inconclusa, la injusticia que aún persiste, lamentablemente, pareciera ser  que es lo que ha permitido también que hoy, nuevamente, se actúe con una vulneración de los derechos humanos que nosotros, no solamente entendemos que debe detenerse de una vez por todas,  sino que además nos obliga a todos los actores sociales a poner esta demanda como un elemento, no solo transversal sino como estructurante de cualquier acción que queramos desarrollar”.

Audio Bárbara Figueroa

Los desgarradores hechos vividos en el Estadio Chile

Recordemos que el Estadio Chile (a partir del año 2003  pasó a llamarse Estadio Víctor Jara) fue inaugurado en 1969, emplazado en la comuna Estación Central de Santiago. Tras el Golpe de Estado cívico-militar del 11 de septiembre de 1973, se convirtió en el primer  recinto deportivo que se utilizó como centro de detención y torturas de la dictadura, escribiéndose allí una de las páginas más horrorosas de nuestra historia reciente. El 12 de septiembre, los militares trasladaron hasta el lugar los primeros 600 prisioneros políticos (académicos, administrativos y estudiantes de la Universidad Técnica del Estado, ahora Universidad de Santiago de Chile, USACH).  El 15 de septiembre, se realiza un desalojo de prisioneros, quienes fueron llevados al Estadio Nacional; pero muchos de los que permanecieron en el Estadio Chile fueron asesinados -acribillados – entre ellos el cantautor Víctor Jara y Littré  Quiroga, ex director General de Prisiones de la época (actual Gendarmería de Chile) ambos asesinados el 16 de septiembre de 1973.

De acuerdo a los antecedentes de la investigación de su asesinato, a los tres días de haber sido apresado, Víctor Jara fue interrogado y brutalmente golpeado en uno de los vestidores del Estadio por parte de funcionarios del Ejército de Chile. Según el posterior informe forense, se identificaron en su cuerpo 56 fracturas óseas (recibió golpes severos en su rostro y manos; patadas, golpes de puño y golpes de culata con armas) y se estimó “como más probable, que el occiso haya recibido un primer disparo en la parte posterior del cráneo y luego, ya en el suelo, múltiples disparos que le alcanzaron en diversas zonas del organismo”. La Comisión de Verdad y Reconciliación, determinó que Jara fue acribillado con 44 disparos y luego lanzado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano, ubicado a orillas de la Carretera 5 Sur.

En el año 2003 se cambió el nombre original del recinto por el de Estadio Víctor Jara, en homenaje al cantautor, extensivo a todos y todas las personas que fueron torturadas y asesinadas en ese centro deportivo techado. En el año 2005 la Fundación Víctor Jara, encabezada por la viuda del cantautor, Joan Jara, inició las gestiones ante el Consejo de Monumentos Nacionales para que “…fuese declarado Monumento Nacional en atención a su importancia para la historia social de nuestro país, argumentando que este lugar debía ser recuperado para la cultura, el deporte y la recreación, y conservado como un espacio para la memoria. En octubre del 2009, por decisión unánime, fue declarado Monumento Histórico”.

Las violaciones a los DDHH humanos en el Chile de hoy

El pasado 6 de diciembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicó su informe sobre la situación de los DDHH en Chile desde que comenzaron las masivas protestas a lo largo de todo el país. Su conclusión fue lapidaria: “CIDH condena el uso excesivo de la fuerza en el contexto de las protestas sociales en Chile, expresa su grave preocupación por el elevado número de denuncias y rechaza toda forma de violencia”.

En lo medular, hasta la fecha de ese informe, la CDHI señaló  que desde el inicio de las protestas sociales: “…la cifra de víctimas mortales ha ascendido a 26, de las cuales al menos 5 habrían sido por acción directa de agentes del Estado y 2 bajo custodia del Estado en comisarías de Carabineros. Según información del Ministerio de Salud, los servicios de urgencias médicas del país atendieron a 12.652 personas heridas en relación con las manifestaciones (…) En este periodo de tiempo, la Fiscalía Nacional ha avanzado en la investigación de 2.670 casos de presuntas violaciones a los derechos humanos, de las cuales 422 hacen referencia a casos de niñas, niños, o adolescentes y 44 a casos de torturas y 26 por violación o abuso sexual por parte de agentes del Estado

  • Revisa acá video con brutales testimonios recogidos por la CIDH:
  • Revisa acá informe completo de la CIDH:

En tanto, en el último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) fechado el 30 de diciembre 2019, consigna: 3.583 heridos, entre los cuales hay 264  niños, niñas y adolescentes; 359 personas con heridas oculares (24 con estallido o pérdida ocular) 2050 heridos por disparos (por balas, 51; por balines, 185 y por perdigones, 1615)  heridos por bombas lacrimógenas, 230; querellas por violencia sexual, 137 víctimas (incluyen desnudamiento, tocaciones, amenazas, insultos y cuatro violaciones)