José Figueroa Jorquera, compañero y una figura excepcional cuyo impacto en nuestras vidas y en el mundo sindical jamás será olvidado. Su partida deja un vacío profundo, pero también nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre su legado duradero y su carácter heroico.
Demostró una valentía inquebrantable al defender los derechos de las y los trabajadores y luchar por la justicia social. Su compromiso incansable con la igualdad y la equidad lo convirtieron en una fuente de inspiración para muchos, que hoy siguen el mismo camino. su contribución a la formación de los movimientos sindicales sentó las bases para un cambio significativo en nuestro país. Se atrevió a levantar las primeras protestas en la dictadura, reclamando justicia y equidad y luchó por la recuperación de la democracia.
Cuando las organizaciones sindicales se unieron y dieron vida al Comando Nacional de Trabajadores, José Figueroa, estuvo en la primera línea organizando las masivas jornadas de movilización y protesta en los años ochenta. Pero no fue hasta 1988 cuando participó en la refundación de la CUT, retomando la misión de representar y defender los intereses de las y los trabajadores, promoviendo la justicia social.
En el momento de su partida queremos recordar su humanidad y su dedicación desinteresada hacia los demás. Aunque José Figueroa, ya no esté físicamente entre nosotros, su espíritu perdurará en cada esfuerzo que hagamos por un mundo más justo y solidario.
Queremos dedicar este espacio para que cada uno pueda dejar sus más sinceras condolencias a su familia y seres queridos. Para que desde nuestras palabras de apoyo encuentren el consuelo en saber que su legado continúa vivo en las vidas que tocó y en el camino que trazó para futuras generaciones.