En víspera de la votación en la Cámara de Diputados del “Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11)”, ambas organizaciones instaron a los parlamentarios  a rechazar este acuerdo de libre comercio que de “progresista” no tiene nada, pues vulnera DDHH incluidos los laborales, entregando más poder corporativo a las transnacionales en materias tan sensibles como la agricultura, minería, energía, medicamentos, propiedad intelectual, creación de empresas estatales relacionadas a recursos naturales como el litio y protección del medioambiente, entre otras.

En conferencia de prensa, realizada este lunes en la sede de la CUT, los miembros de la Plataforma Chile mejor sin TLC (Plataforma, conformada por diversas organizaciones, movimientos, parlamentarios y ciudadanos) Lucía  Sepúlveda, Esteban Silva y Esteban Maturana junto a la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa; la vicepresidenta de Relaciones Internacionales CUT, Tamara Muñoz y el consejero nacional a cargo de la Secretaria Campesina y Pueblos Originarios CUT, Osvaldo Zuñiga, instaron a los parlamentarios a no ratificar el TPP -11 coincidiendo que vulnera soberanía nacional en distintos sectores estratégicos de la economía que impactará negativamente a la población. Además, es innecesario, ya que Chile tiene tratados de libre comercio (TLC) bilaterales  con las 11 naciones que lo adscriben.

El TPP-11  ya  ha sido rechazado por las comisiones de Agricultura y Trabajo de la Cámara de Diputados –tras la intervención de la CUT y la Plataforma– pero cuenta con la aprobación de las comisiones de Relaciones Exteriores y Hacienda; esta semana está prevista su votación en sala. EL TPP –originalmente se llamó Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica- comenzó a negociarse en el 2010. Involucra a 11 países de la región Asia-Pacífico: Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Chile. Cambió su nombre luego que Estados Unidos se retiró. Su sigla en inglés es CPTPP. Es un  TLC multilateral negociado con cláusulas de secretismo y suscrito –en febrero 2016 y luego marzo de 2018- sin consulta a los pueblos originarios, violando así el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Silva, calificó el TPP 11 como: “El peor macro tratado de libre comercio de la historia hasta el día de hoy de los últimos 27 años (…). Es nefasto. Va a reducir aún más la poca soberanía económica que tiene Chile; golpea la salud pública, golpea las semillas, reduce y limita los derechos de las y los trabajadores en muchos ámbitos”.

Sepúlveda, dijo que de ratificarse: “El poder total se va a entregar a los inversores, las corporaciones transnacionales que traen sus mega proyectos. Y para los trabajadores y trabajadoras, eso nunca es bueno porque sus derechos nunca están considerados en estos proyectos”.

Maturana, junto con señalar que el TPP: “Sirve mucho a los intereses de las grandes empresas transnacionales y un poco a las grandes empresas nacionales chilenas vinculadas a los grandes capitales extranjeros”, advirtió del impacto que este acuerdo tendrá en el acceso a  medicamentos recordando que ya Chile tiene los costos de fármacos más altos del mundo: “En un país en que se coluden las empresas farmacéuticas como ya se ha denunciado (…) un tratado de esta naturaleza viene a agravar aún más la situación. Hay una temática respecto de las patentes. En el país hay una empresa que tendrá derechos exclusivos de comercialización de determinados productos, a los precios que ellos estimen pertinente por un periodo de tiempo indeterminado. Por lo tanto, va a haber una situación de mayor perjuicio para el ciudadano común y corriente en el tema salud y acceso a medicamentos”.

Zuñiga, puntualizó que si se ratifica el TPP: Las empresas podrán patentar, seguir privatizando patrimonio genético de nuestro país. Y ya no es solo las semillas. Las empresas van a poder patentar animales, genes, van a poder patentar moléculas. Es una cuestión de máxima liberación del capital. Nos expondríamos (esto no es ciencia ficción, ya se ha dado en otros países) a que si hacemos uso de plantas, semillas -no solo los campesinos, un laboratorio también- toma una planta y quiere hacer uso, estará obligado a pagar derechos a la gran empresa que lo tenga patentado. En algún momento, años atrás, se decía que nosotros los campesinos también íbamos a poder patentar, y resulta que nosotros no podemos, porque no tenemos los medios porque el Estado está impedido, por el mismo tratado, de fortalecer a la organización campesina. Por eso planteamos el rechazo. Esperamos que los parlamentarios puedan votar en favor del pueblo, en favor de las necesidades de nuestro país. También planteamos, y eso también está en el programa de la CUT, planteamos la soberanía alimentaria como un principio y planteamos la agroecología como una herramienta para desarrollar un nuevo sistema productivo en Chile que beneficie la salud de nuestro pueblo”.

En tanto Figueroa, dijo que aunar esfuerzos con la Plataforma Chile mejor sin TLC apunta a:  “Llevar una voz común y única desde las organizaciones sociales, desde la sociedad civil y desde el mundo sindical, respecto de una materia tan trascendental para Chile como son los tratados de libre comercio y particularmente este nuevo acuerdo nacional con otros países (…) porque eso ayuda, no solo a tener una voz fuerte ante el Ejecutivo que insiste de manera mañosa en obligar al Parlamento a hacer una discusión express de este Tratado sino que ayuda a que el propio Parlamento, vea que en estas materias no hay división. Y por lo tanto, es necesario  en ese sentido que la Oposición actué de conjunto y nuestro llamado es que no ratifique este Tratado”.

En esa línea, agregó que en el  contexto actual, donde el país está viviendo una crisis de empleabilidad, es preocupante que: “Chile insista y persista en un camino que lo único que ha traído, es fortalecimiento de las relaciones comerciales para unos pocos, pero que no ha significado un beneficio general para toda la comunidad (…). Al ser una economía que depende de la extracción y exportación de recursos  naturales en bruto, finalmente eso ha significado que nuestra economía sea extremadamente dependiente, no permitiendo generar ni una economía sustentable a partir de la industria nacional  ni menos con ello, mejor y mayor empleo”. Chile ya tiene 26 acuerdos de libre comercio vigentes con 64 mercados

Al respecto, hizo una apretada síntesis de lo que han significado los TLC firmados por nuestro país, en el marco de una economía local ya tremendamente liberalizada: “No han generado mejores condiciones para la ciudadanía (…) y no han impactado en que exista un crecimiento sustantivo en materia económica y tampoco han traído la creación de más y mejores empresas; todo lo contrario: Las empresas transnacionales vienen a nuestro país y cuando deja de ser competitivo el mercado,  se retiran sin ningún tipo de cumplimiento de metas objetivos incluso más, vulnerando las propias líneas directrices de la OCDE en aquellas empresas que pertenecen a países OCDE o vulnerando incluso tratados y convenciones internacionales de la OIT cuando se trata de países vinculados  a estos convenios”.

 

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