La CUT calificó la designación de Patricio Melero al mando del Ministerio del Trabajo y Prevención Social (MinTrab) como: “…una ofensiva peligrosa anti trabajadores, que nos lleva a rechazar categóricamente la llegada del diputado a la cartera del Trabajo. Pasamos de una ministra de un Gobierno de derecha, a un ministro de extrema derecha”.
La presidenta de la Central, Bárbara Figueroa, manifestó la mirada crítica frente al nombramiento de Patricio Melero como ministro del Trabajo: “Con esta señal, lo que el Gobierno está diciendo a los chilenos y chilenas no solo que van a seguir pagando el costo de la crisis, sino que además va a venir una ofensiva anti trabajadores, de flexibilidad, de precarización. En materia de salario mínimo, ya sabemos a qué nos vamos a enfrentar con estas nuevas autoridades”.
Es por ello que formuló un llamado a estar alertas a todas las estructuras territoriales y de bases de la CUT.
En tanto, el secretario General de la CUT, Nolberto Díaz, fue enfático en traer a la memoria el currículum pinochetista de Melero: “Se ha confirmado con el nombramiento de un ex funcionario de la dictadura, un alcalde designado de Pinochet como ministro del Trabajo que este es un Gobierno de empresarios, que desprotege y abandona a los trabajadores”.
Y a través de una declaración pública, la CUT recordó el historial del ya ex diputado (UDI)durante su paso por el Parlamento: “Como miembro de la Comisión de Trabajo, el diputado Melero ha rechazado todas las iniciativas que buscan garantizar mejores condiciones de vida y derechos para trabajadores y trabajadoras: se opone a la reducción de la jornada laboral a 40 horas, estuvo contra el retiro del 10%, rechaza el impuesto a los súper ricos; fue acérrimo defensor de los intereses del empresariado en la Reforma Laboral y ha hecho intervención descarada contra sindicatos. Su actuar en la Comisión de Trabajo retrata de cuerpo entero su posición anti trabajadores y anti organización sindical”.
Y junto con enrostrarle su defensa irrestricta del modelo de las AFP´s, tildó su arribo como: “La peor de las señales para el mundo del trabajo tanto para los trabajadores formales – quienes hoy verán acrecentado el riesgo de mayor precariedad en sus empleos- como para los de sectores informales, ya que no tendrán en este ministro un aliado para exigir la Renta Básica de Emergencia. Así también es la peor señal para los trabajadores del Estado, que saben a ciencia cierta las posiciones que ha defendido en el debate de reajuste salarial del Sector Público y por cierto que también para los jubilados, quienes no verán la garantía de una pensión digna”.
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