El próximo 2 de abril se discutirá en la sala de la Cámara de Diputados, luego que este martes la Comisión de Trabajo rechazara la ratificación de este acuerdo sobre el “Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11)” tras escuchar las intervenciones de la CUT y de la Plataforma Chile Mejor sin TLC (sin tratados de libre comercio).
El TPP 11 ya había sido también rechazado por la Comisión de Agricultura, pero cuenta con la aprobación de las comisiones de Relaciones Exteriores y Hacienda, con lo cual el debate será sobre dos informes positivos y dos negativos. EL TPP –originalmente se llamó Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica- involucra a 11 países de la región Asia-Pacífico: Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Chile; Estados Unidos se retiró. Sus defensores aseguran que es “el acuerdo comercial más importante del mundo”. Su sigla en inglés es CPTPP.
Se trata de un acuerdo de libre comercio multilateral negociado en secreto y suscrito de espalda a la ciudadanía y sin consulta a los pueblos originarios violando así el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Intenta imponer nuevas normas en industrias como la farmacéutica, textil, agrícola, automotriz, informática, energía, minera apostando también por regulaciones laborales regresivas. Y si bien, luego de la salida de EEUU, se le hizo modificaciones igual su esencia se mantiene. Sus detractores son enfáticos en afirmar que es un tratado solo para garantizar a las transnacionales la seguridad de seguir aumentando sus ganancias a costa no solo de precarizar el trabajo también a costa de destruir las industrias locales.
El secretario General de la CUT, Nolberto Díaz –quien fue uno de los que expuso los argumentos de los trabajadores y trabajadoras en contra del TPP ante las comisiones parlamentarias- dijo que con este acuerdo Transpacífico: “Hay un retroceso en materia de soberanía y hay un retroceso en materia de protección de nuestros recursos naturales, particularmente de nuestras semillas; hay restricciones a la creación de empresas públicas y particularmente se establece un congelamiento de los derechos fundamentales básicos de los trabajadores chilenos: Si es ratificado este tratado, los trabajadores retrocederemos más de 20 años”.
Por lo demás, el dirigente recordó que el país ya tiene 26 acuerdos de libre comercio vigentes con 64 mercados y también tiene acuerdos comerciales con la mayoría de los países que suscribieron el TPP, no obstante: “Los tratados de libre comercio a los trabajadores chilenos no les han traído progreso. No queremos más tratados de libre comercio que no les signifiquen nada a los trabajadores en Chile: A los trabajadores y trabajadoras, se les sigue negando la sindicalización, se les sigue negando el derecho a huelga, se les sigue negando el derecho a negociar colectivamente y particularmente a organizarse (…). Si no se ratifica el TPP, en Chile no pasa nada, pero si se ratifica, sin lugar a dudas constituiría un retroceso”.
Tamara Muñoz, vicepresidenta de Relaciones Internacionales, destacó también que recurrirán, junto con el Observatorio Ciudadano, a la OIT para interponer una reclamación contra el Estado de Chile por no haber llevado este Tratado a consulta entre los pueblos originarios del país, tal como lo señala el Convenio 169 que promueve y protege sus derechos y establece “la exigencia de que los pueblos indígenas sean escuchados en relación a los temas que les afectan, que puedan participar en la formulación de las políticas mediante mecanismos de consulta y participación”.