Este 27 de septiembre, está convocada la marcha mundial por el clima. Se trata de una protesta a nivel global -en la que se estima la participación de millones de personas de todo el mundo- y Chile será uno de los 160 países en la que se desarrollarán movilizaciones para exigir que en lo inmediato en nuestro país, se declare la emergencia climática y ecológica, se firmé el Acuerdo de Escazú y se cierren las termoeléctricas a carbón.
La vicepresidenta de Relaciones Internacionales de la CUT, Tamara Muñoz, invitó a los trabajadores y trabajadores a sumarse a las marchas que se realizarán en distintas regiones del país; en la capital, la cita es en Plaza Italia a contar de las 18 horas. Asimismo, recordó el lapidario diagnóstico que hizo la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de su secretario General, António Guterres, quien aseveró que cerca de 1.200 millones de puestos de trabajo, es decir el 40% del empleo mundial, dependen directamente de un ambiente saludable y estable. “Los negocios no pueden prosperar en un planeta enfermo. Los empleos no pueden mantenerse en un planeta que está muriendo”, sentenció Guterres días antes que comenzara la Cumbre de Acción Climática 2019 de la ONU en Nueva York (23 septiembre)
La dirigente apuntó también a temas más estructurales que están impulsando el cambio climático con sus funestos efectos, señalando que para torcer la mano a este proceso, no bastan solo con las acciones individuales porque esto es un problema del modelo de desarrollo económico imperante.
En tanto, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa al abordar las acciones que se deben emprender para evitar el colapso del planeta, planteó la importancia de la mayor consciencia medioambiental que está adquiriendo la población, pero no es suficiente; necesariamente en nuestro país debe ir acompañado de “… buenas políticas públicas, con buenas leyes, con una mirada respecto de cómo tenemos que crecer y qué proyectos de inversión vamos a privilegiar y cuánto de eso va a generar o no impacto en las comunidades (…) y en el medio ambiente”.
En esa línea, dijo que Chile “tiene un discurso bipolar”, porque los empresarios y el Gobierno, critican el rol de instituciones garantes como los tribunales medioambientales cuando sus dictámenes van en contra de sus intereses corporativos.
Y la acción que debe ser prioritaria, precisó, es que Chile se haga cargo de un modelo de desarrollo sostenible, sobre todo en el contexto actual que vive el país respecto de su crecimiento económico.