Como una muy buena noticia calificó el subsecretario de Relaciones Internacionales de la CUT, Osvaldo Zúñiga, el respaldo que le dio el Parlamento a la tan anhelada adhesión de Chile al «Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe», el primer tratado medio ambiental de la Región, adoptado en la ciudad de Escazú (Costa Rica) el 4 de marzo de 2018 y que entró en vigencia el 22 de abril de 2021.
Pese a que Chile fue uno de los impulsores de esta iniciativa, el gobierno de Piñera no realizó ninguna gestión para su ratificación por parte del Parlamento. El paso crucial lo dio el presidente Gabriel Boric, luego que el pasado 18 de marzo firmara el Proyecto de Ley para que el Congreso Nacional respaldara el texto en el marco de sus compromisos medioambientales. Y este martes, por 31 votos a favor, 3 en contra y 11 abstenciones, el Senado aprobó la adhesión. En un comunicado de prensa del Senado se destacó: » Cabe hacer presente que se incluye la primera disposición vinculante en el mundo sobre la protección a los defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales. De esta forma, Chile se suma a los 12 países que ya lo han ratificado (Antigua y Barbuda, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Uruguay). Desde el Senado chileno, una vez ratificado, señalaron: «La aprobación de este instrumento internacional promueve un proceso de transformación de la institucionalidad ambiental, para que ésta se adecúe a la situación actual de escasez hídrica y crisis climática y a las dinámicas y condiciones sociales, culturales, económicas y ambientales de cada territorio».
El Acuerdo de Escazú (conocido así por el hecho de firmarse en la ciudad de Escazú) tiene su origen en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), realizada el año 2012, y fundamentado en el Principio 10 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992. En un documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se consigna que: «Este tratado tiene por objeto luchar contra la desigualdad y la discriminación y garantizar los derechos de todas las personas a un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible, dedicando especial atención a las personas y grupos».
El subsecretario de Relaciones Internacionales de la CUT, Osvaldo Zúñiga, sostuvo que la firma de este Tratado: «Es fundamental para las y los trabajadores. Nos tenemos que plantear que este nuevo sistema productivo sea respetuoso con los territorios, con la salud de los trabajadores, con nuestro ecosistema y con la biodiversidad».
Lee o descarga acá documento de la CEPAL sobre el Acuerdo de Escazú