“No es la forma ni el momento (…) A lo menos, es poco ético que el Estado esté despidiendo gente”.
Así de enfático lo denunció el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Empresa de Correos de Chile, Sintech, Alan Meza junto al presidente del Sindicato Nacional de Carteros Empresa de Correos de Chile, Sinacar Fernando Olivares, quienes se reunieron este lunes, vía video-conferencia, con el Comité Ejecutivo de la CUT.
Entre ambos sindicatos de Correos de Chile (fundado en el año 1737 y 100% propiedad del Estado) suman alrededor de 3 mil socios. Agrupan principalmente carteros y operadores postales. Declarado como servicio esencial, han continuado trabajando estando así, dentro de los trabajadores en la primera línea en medio de esta pandemia sin estar exento de ser contagiados. De hecho, ya suman decenas de trabajadores infectados por el coronavirus y lamentando el fallecimiento de un cartero por COVID 19.
Y a este temor de ser contagiados se suma otra gran incertidumbre: la de ser despedidos. En una declaración pública conjunta denunciaron que: “…la Alta Dirección de la empresa ha comenzado un plan de amedrentamiento y de despidos masivos”, haciendo notar la contradicción vital del Gobierno: “…es paradójico, ya que el llamado de las autoridades de nuestro país y, del Presidente de la República ha sido de que los empleadores no despidan trabajadores, lo que en la práctica no está sucediendo y ni siquiera en las empresas públicas como la nuestra (…) En contra sentido, Empresa de Correos de Chile ha preferido ampararse en el artículo 161 del Código del Trabajo (esgrimiendo supuestas necesidades de la empresa) para despedir a los trabajadores, contribuyendo al preocupante escenario de la cesantía”.
Al respecto, Olivares explicó que la empresa estatal en los últimos años se ha enfocado en sacar adelante un Plan de Desarrollo, Modernización y Reestructuración, ante el cual no se han opuesto, pero sí, han dejado muy en claro que esta implementación debe ir acompañada: “…con el concurso y el acuerdo de los trabajadores y no, contra los trabajadores”, razón por lo cual en el contrato colectivo suscrito en el 2019 por tres años: “…institucionalizamos instancias para que ese diálogo se pudiera llevar a cabo(…) que permitiera la participación de los trabajadores como es legítima en el desarrollo y futuro de nuestra empresa”. Sin embargo, precisó: “la empresa en su obstinación de llevar a cabo esto, sin la participación de los trabajadores, ha seguido avanzando, implementando este Plan de Desarrollo”. Es por ello que han iniciado una serie de acciones, entre ellas la presentación de una denuncia por practica antisindical y vulneración de derechos ante la Dirección del Trabajo. Asimismo, calificó los despidos por el polémico Artículo 161 como: “…una medida simple para poder calzar, dentro de su presupuesto económico, su proyecto futuro. Cosa que creemos que no debe ser: las empresas del Estado deben ser generadoras de empleo”.
El rechazo al accionar de la empresa, afirmó Olivares ha motivado que: “los trabajadores hemos comenzado un proceso de movilización y vías administrativas ascendente (…) los trabajadores organizados no tenemos otra cosa que ocupar las armas que nos da la libertad y autonomía sindical (…) para decirle a la empresa que enmiende el rumbo”.
En tanto, Meza, junto con dar a conocer el cierre de sucursales postales emplazadas en comunas pequeñas del país, fue enfático en señalar que: “no es la forma ni el momento más adecuado” para intensificar el plan de desarrollo de la empresa, especialmente: “…modificar lo que tenga que ver con la Operación (…) respecto de su Proyecto Balance de Carga que es cambiar la lógica de Distribución que tenemos los carteros (…) son procesos que hemos defendido por años; procesos que tienen que ver con la titularidad de los carteros, y un montón de cosas bien propias de nuestro estamento de Distribución”. En ese contexto, afirmó que en medio de la crisis sanitaria-social y económica que azota al país: “se hace poco ético cualquier innovación (…) cualquier empresa del nivel y categoría que tiene Correos de Chile, debe estar preocupada por la salud de sus trabajadores, por la salud mental y psíquica”. Y esta convicción, aseguró Meza, los tiene en estado de alerta pues: “Desde el rol sindical, tendremos que usar las herramientas que nos da la ley tanto la movilización como también nuestra facultad de iniciar acciones en el Juzgado del Trabajo, Dirección del Trabajo e Inspección del Trabajo”.