¿Quiénes están pagando la crisis económica (generada por la pandemia sanitaria) producto del sesgado e ineficiente manejo del Gobierno? La respuesta es clara: la Clase Trabajadora. Es por eso que, para revertir esta política pro empresarial, distintas organizaciones sindicales se han unido para impulsar la campaña “Impuesto X la Dignidad” y así promover la participación ciudadana y hacer frente común, empujando la aprobación del proyecto de ley que establece un impuesto a los súper ricos, de manera transitoria y por única vez.
El texto legislativo que se respalda –y que se está tramitando en el Congreso- establece la creación de un impuesto (del 2,5%) a las grandes fortunas del país que detenten un patrimonio igual o superior a los 22 millones de dólares, lo que permitiría una recaudación tributaria aproximada de 6.500 millones de dólares.
Una recaudación de esa magnitud, mermaría poco o nada el billonario bolsillo de los súper ricos, pero sí contribuiría, por ejemplo, a ampliar la cobertura del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y cubrir a los 4.440.804 hogares que en el Registro Social de Hogares (RSH) se encuentran en el tramo del 80%. Es decir, se duplicarían las familias beneficiadas por el Gobierno actualmente, ayudando a resolver las demandas sociales urgentes, sobre todo la de los sectores más vulnerables de la población.
Ese es precisamente el espíritu de esta campaña organizada en conjunto por la Central Unitaria de Trabajadores, CUT Chile; Asociación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF; Asociación de Fiscalizadores de Impuestos Internos de Chile, AFIICH; Asociación Nacional de Funcionarios de Impuestos Internos de Chile, ANEIICH; Internacional de Servicios Públicos, ISP y la Fundación Friedrich-Ebert, FES Chile.
Abocarse a esta campaña, obedece, justamente, a la preocupación de los sindicatos y gremios por el costo que están pagando las y los trabajadores en la crisis, social, económica y laboral producto de las insuficientes medidas generadas por el gobierno para enfrentar los efectos de la pandemia por Coronavirus.
El “Impuesto X la Dignidad” es un tributo solidario a las súper fortunas, mediante el cual los que hoy tienen más, puedan apoyar a los que tienen menos (en su mayoría trabajadoras y trabajadores). Un gesto de esa naturaleza solidaria, permitiría darle la dignidad que las familias chilenas merecen, sin necesidad que sigan endeudándose u ocupando sus ahorros para salir de esta crisis.
El Estado chileno debe asumir su rol garante de la protección de su población y este proyecto de ley propone que sea a través de tratamientos tributarios con carácter solidario. Las 5.800 personas que poseen enormes fortunas, son el único segmento de la sociedad que puede hacer hoy un esfuerzo- mínimo para ellos- con el objetivo de que el país no deba recurrir al endeudamiento excesivo que deberán pagar todos los chilenos, ya muy empobrecidos.
En el Congreso hay dos proyectos de ley que esperan su aprobación: uno que ya hemos consignado en párrafos anteriores y otro que propone un impuesto del 2,5% para todos los que tengan más de US$10 millones de patrimonio.
Para entender la envergadura del patrimonio de las megas fortunas, basta un ejemplo: si una persona que gana 5 millones de pesos tuviera la suerte de ahorrar un 30%, es decir, 1,5 millones de pesos al mes, le tomaría más de 78 años en ahorrar 22 millones de dólares, a tasa de interés del 5% anual. Las 140 personas más ricas de Chile acumulan una fortuna equivalente a US$ 139.500 millones y los 5.700 restantes llegan a sumar US$ 110.500 millones.
La invitación es entonces al pueblo chileno en su conjunto a sumarse activamente a esta cruzada que no es más que exigir justicia tributaria, incidiendo así en el debate legislativo, presionando la aprobación y promulgación del proyecto de ley.