El 94% de los puertos del país y el 100% de los puertos de la Unión Portuaria de Chile, se sumaron a la Huelga General del martes 12 de noviembre, 2019. A un año, sus dirigentes dan su testimonio de lo que fue una de las más masivas y transversales movilizaciones de las últimas décadas.
Jorge Salazar, vocero de la Unión Portuaria del Centro, vivió ese martes en el puerto de San Antonio (Región de Valparaíso) donde están instalados tres terminales. El día lo recuerda como: “…un día distinto, un día histórico, un día donde se sentía el compañerismo, que todos juntos íbamos a lograr el cambio para Chile, en poder transitar a un país Chile más justo para todos”.
El camino hacia el Paro Nacional, desde el 19 de octubre estuvo cimentado con acciones de protesta: “…tuvimos varias paralizaciones antes de la Huelga General, contabilizamos nueve días en total, pos estallido social”, reseña Salazar. También articularon un Comité de Huelga Local, “inédito” en San Antonio, afirmó, al cual, agregó: …invitamos al Comercio; profesores; extra portuarios que son empresas que trabajan en directa relación con el puerto, pero no están al lado del mar; logramos una coordinación muy buena con juntas de vecinos, cabildos abiertos. Nos desplegamos bien en el territorio”.
La jornada comenzó muy temprano: “…a eso de las 6, 7 de la mañana ya estábamos los dirigentes en cada uno de sus puertos, desplegados con las banderas, llamando a pequeños meeting, donde informábamos qué es lo que íbamos hacer, para dónde apuntábamos: cambio de la Constitución, cambio del modelo que va a caer…eso prendía mucho. Tengo muy buenos recuerdos de ese momento”.
A las 10:00 horas, comenzaron a converger los dirigentes para iniciar la marcha a pie a San Antonio que continuaría luego a Llolleo – ahí estaban esperando los colectiveros- hasta el puente de Santo Domingo: “…los dirigentes nos juntamos en el sector de Barrancas, en la Plaza […]. El resto, nos esperaba en la Plaza de Armas de San Antonio. Así que los portuarios salimos en esta columna, la “marea naranja” que nos pusieron haciendo alusión a que vestimos de naranja con nuestros elementos de protección personal”.
De esos momentos, Salazar recuerda: “…un ambiente efervescente, se palpaba el sentimiento popular, del soberano, de cambiar, de que se acabó esto, de que vamos a tener un cambio radical. Todas esas cosas se sentían en el aire […]. Había un sentimiento de hermandad”.
Llegando al puente de Santo Domingo, donde está la tristemente conocida Escuela de Ingenieros Militares Tejas Verdes por haber sido cuartel de detención y tortura durante la dictadura militar. Allí se vivió uno de los instantes más tensos de la jornada, pues irrumpieron militares: “…con fusiles en mano”, amedrentando a los manifestantes que se dispersaron; luego cruzaron el Puente de Santo Domingo donde se encontraron con una Comisaría de Carabineros, momentos en los que también se vivieron con tensión. La movilización, cuenta Salazar, finalizó cerca de las 18:00 horas.
La multitudinaria marcha de San Antonio, explicó Salazar: “…fue muy parecido a lo que pasó en todo Chile, donde se manifestaba la rabia contra los órganos represores del Estado”.