El pasillo de Lideresas se erige como un santuario de reconocimiento, donde se rinde homenaje a mujeres líderes de diversos campos y disciplinas. Desde pioneras en la ciencia y la tecnología hasta figuras destacadas en la política, sindicalismo, el arte, la literatura, los derechos humanos y más, cada tramo de este pasillo está meticulosamente adornado con sus retratos. Este espacio, situado en el pasillo principal de la sede de la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras (CUT) invita a los visitantes a explorar y reflexionar sobre las contribuciones perdurables de estas mujeres, así como a inspirarse en su valentía, determinación y visión para avanzar hacia un futuro más igualitario y justo.

 

Dentro de las mujeres destacadas en este espacio, encontramos a Michelle Bachelet, quien hizo historia en 2006 al convertirse en la primera mujer presidenta de Chile, cargo que ocupó hasta 2010. Su liderazgo fue renovado cuando fue reelegida para un segundo mandato entre 2014 y 2018. Durante sus presidencias, promovió políticas progresistas, incluyendo la reforma del sistema educativo, la mejora de los servicios de salud y la implementación de medidas para aumentar la participación femenina en la vida política y económica del país. 

 

Además, a nivel internacional, Michelle Bachelet ha sido una defensora incansable de los derechos humanos. Entre 2010 y 2013, se desempeñó como la primera directora ejecutiva de ONU Mujeres, la entidad de las Naciones Unidas dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. En 2018, fue nombrada Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cargo desde el cual continuó su labor en defensa de los derechos fundamentales a nivel global.

 

También es posible visualizar a Guacolda,  figura emblemática en la historia de Chile, reconocida por su valentía y lealtad. La compañera del líder mapuche Lautaro durante la resistencia indígena contra la conquista española en el siglo XVI, destaca por su inteligencia, coraje y determinación. Es descrita como una mujer con gran astucia, cualidad que la hizo una figura influyente en las decisiones estratégicas de los mapuches.

 

Guacolda es vista como un símbolo de resistencia y fortaleza. Su figura ha sido evocada en diversas obras literarias y artísticas, perpetuando su legado como una mujer que personificó el espíritu indomable de los mapuches en su lucha por la libertad y la dignidad. A través de su historia, inspira a generaciones de chilenos y latinoamericanos a recordar la importancia de la resistencia y la defensa de la identidad cultural frente a la opresión. Su memoria sigue viva en la cultura popular y en el imaginario colectivo como un ejemplo de heroísmo y amor por su tierra y su gente. 

 

De igual manera, la renombrada folclorista, musicóloga y pedagoga chilena, dedicada a la preservación y difusión de la cultura tradicional de Chile, Margot Loyola Palacios, ocupa un espacio en las murallas del pasillo. Nacida en Linares, realizó extensos trabajos de campo para recopilar canciones, danzas y rituales de diversas regiones del país.

 

Fue profesora en la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, formando nuevas generaciones de músicos y folcloristas. Su obra abarca la documentación de la cueca, el canto a lo poeta y otras tradiciones, consolidando su legado como una figura clave en el patrimonio cultural chileno. Loyola recibió numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Arte en 1994. Su contribución sigue siendo fundamental para la cultura chilena.

 

Ana González González, popularmente conocida como Ana González de Recabarren, fue una destacada defensora de los derechos humanos en Chile. Renombrada por su valiente resistencia durante la dictadura de Augusto Pinochet. 

 

Tras el golpe de Estado de 1973, en el que su esposo fue detenido y posteriormente desaparecido por agentes del régimen,  Ana se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia y la verdad. Se unió a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, donde desafió abiertamente al gobierno militar exigiendo justicia. Su valentía inspiró a muchos en su búsqueda de los desaparecidos. 

 

Las mujeres anteriormente nombradas son solo algunas de las muchas lideresas que tienen un lugar en este pasillo, donde su legado de grandeza es reconocido por su lucha por la justicia y la reivindicación femenina. Su valentía y determinación continúan inspirando a generaciones futuras a seguir adelante en la búsqueda de un mundo más igualitario y justo para todas y todos.