No logró convencer a los diputados y diputadas, el Plan reforzado de “(des) Protección de la Clase Media” con el que el Gobierno pretendió torcer la mano de la voluntad soberana del pueblo ni tampoco sirvieron las amenazas de los grandes empresarios que ven en este proyecto el riesgo de inestabilidad democrática pues sería “el comienzo del fin”.
Por 95 votos a favor, 36 en contra y 22 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó en particular el Proyecto de Reforma Constitucional que da libertad a las y los afiliados al Sistema de AFP de retirar, por una sola vez, hasta el 10% de sus fondos acumulados para así enfrentar los costos de esta crisis sanitaria, social y económica. El texto fue despachado al Senado donde se iniciará su segundo trámite legislativo.
La CUT señaló que el avance de este proyecto en el Parlamento:
«…es responsabilidad única y exclusivamente del Gobierno que no ha dado respuestas efectivas a la población. Echar mano a los propios fondos de las pensiones de las y los trabajadores, es el clamor de la Clase Trabajadora que no ve, en las propuestas del Ejecutivo, alternativas reales para mitigar en parte el difícil trance económico y social que está generando la pandemia en cada hogar del país”.
Situación ampliamente reflejada en el último Barómetro del Trabajo FIEL-MORI, consignando que el 78% de los encuestados dijo necesitar ayuda para pasar esta crisis y el 75% que, con esta pandemia, se declaró ahora vulnerable (antes no lo era) concluyendo el estudio que nuestra sociedad está “abrumadora y mayoritariamente en percepción de crisis y una sociedad que mayoritariamente es vulnerable”.
Junto con destacar que este proyecto tiene la virtud histórica de “correr el cerco” más allá, toda vez que se abrió el debate serio sobre los cambios estructurales que se deben realizar al modelo de previsión social del país, cuestionó el Plan reforzado dirigido a la Clase Media, señalando que es más de lo mismo: apostar al endeudamiento y ofrecer un Bono de $500 mil con letra chica que restringe su alcance; un Plan, puntualizó: “…con el cual intenta doblegar a sus díscolos parlamentarios para que rechacen este proyecto” aunque su objetivo de fondo, agregó, es la desesperación de este: “Gobierno empresarial para proteger a su clase y los bolsillos de los grandes empresarios que han cerrado fila para amenazar al pueblo, advirtiendo que si se aprueba este proyecto de ley de retiro de fondos AFP y otros que ´atentan contra la institucionalidad´, se colocará: ´…en riesgo la estabilidad democrática, social y económica del país´, asumiendo incluso que: ´…nuestra sociedad no se merece que este sea el comienzo del fin”. Tamañas declaraciones del Poder Económico del país solo se pueden entender como un portonazo a la democracia, una provocación a las decisiones soberanas del pueblo chileno”.
Es por ello que en la declaración pública instaron a los parlamentarios y parlamentarias: “…a no intimidarse con las amenazas de estos grandes empresarios. El primer deber moral de los diputados y senadores es con sus votantes. Es a ellos que les deben rendir cuenta de sus decisiones en el Congreso. La confianza de los ciudadanos se la depositaron a través del sufragio, expresión pura de las democracias. Y en este momento tan histórico (…) las y los trabajadores de Chile, les pedimos estar a la altura moral, escuchando al pueblo que se ha manifestado a través incluso de masivos cacerolazos”. Asimismo, emplazó a la Clase Política, en especial a la de partidos de Oposición, a unirse: “…en torno a un solo objetivo: Proteger a la Clase Trabajadora con medidas reales, sin mezquindades y más audaces”. En esa línea, insistió en la necesidad de implementar disposiciones más integrales, apelando a un Estado más fuerte y más presente y sobre todo a establecer un impuesto a las grandes fortunas del país, para que así no sigan los trabajadores y trabajadoras pagando los costos de esta crisis echando mano a sus propios recursos.
Lee acá, declaración pública de la CUT: