Este 24 y 25 de enero, la Central Unitaria de Trabajadores se apresta a vivir su 12° Congreso Nacional; espacio convocado, obligatoriamente, cada cuatro años en el que reside la dirección y autoridad máxima de la CUT.
Es la instancia suprema del debate colectivo de la Central de cara al diseño de su política para los próximos cuatro años. Se reúnen los delegados de las organizaciones afiliadas (debidamente acreditas y que cumplan los requisitos de cuota de pago de cotizaciones al día de acuerdo a los estatutos orgánicos) tanto del sector público como privado así como delegados de las 45 estructuras territoriales (provinciales, zonales y comunales) y los 45 consejeros nacionales titulares y 15 suplentes de la CUT.
“El elemento ancla de este Congreso es el debate sobre cuál es la centralidad del período que viene para la CUT”, dijo la presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa. Este es un elemento muy gravitante, explicó, porque la CUT realiza sus congresos, justamente, meses antes de la Elección del cuerpo de consejeros nacionales y dirigentes de las CUTs territoriales que se renueva también cada 4 años, de tal modo que la nuevas dirigencias electas tiene la misión de implementar la política que se decide, colectivamente, en los respectivos congresos que anteceden su elección: “…el énfasis o la política de la CUT, lo definimos en estos eventos congresales, debates colectivos, amplios para que luego, el proceso electoral no sea el momento de revisión de la política si no que sea el minuto en que se definen los mejores colectivos de dirección (…) para aportar en el desafío de la política que se ha resuelto en el congreso”.
En esa línea, dos ejes serán gravitantes en la discusión de los delegados: Lo orgánico propiamente tal y los insumos de la propuesta país que la Central pondrá a disposición del debate nacional, en el cual materias como los derechos humanos, el debate sobre el proceso Constituyente que se dispone a vivir el país y las garantías de democracia plena en su ejecución, serán elementos importantes de la reflexión colectiva pero siempre el foco puesto en el mundo del trabajo, particularmente en el valor del trabajo como: “…un elemento ancla a la hora de pensar y re pensar la sociedad que queremos para los próximos 30, 40, 50 o 100 años y que esperamos también quede consagrada en el marco de una nueva Constitución (de la República) precisó.
Sobre el debate orgánico de la CUT, un elemento importante será la evaluación del estado del cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el último Congreso Nacional (enero 2017) como por ejemplo cuánto se ha avanzado en el proceso de Autorreforma Sindical y cómo seguir proyectándolo; cómo garantizamos más y mejor participación y cómo garantizamos más y mejor democracia.
Ambas temáticas, “son parte de un todo”, indicó Figueroa, señalando que: “…La forma, la capacidad que tengas de generar opiniones colectivas, y que todos se sientan parte de las definiciones, es un elemento esencial para que una organización goce de legitimidad y pueda, por lo tanto, incidir en los debates políticos”.
En cuanto a definiciones orgánicas más particulares, el congreso debatirá materias tales como fecha de la próxima elección de consejeros nacionales y dirigentes territoriales, implementación de la elección con voto universal, calendario de movilizaciones entre otras.
De tal manera, que a modo de balance de los temas globales, lo esencial, enfatizó, estará en el debate respecto de la evaluación y proyección del proceso de Autorreforma Sindical de la CUT y de los desafíos políticos de una Central -que se define anti-neoliberal- cuya hoja de ruta que debe trazar, tendrá puesta la centralidad en “…el valor del trabajo como un elemento principal para pensar ese Chile que viene”.