“Chile es un país de trabajadores, un país de Clase Baja, donde la mitad de la población hoy día no tiene plata suficiente para llegar a fin de mes y, crecientemente, la gente tiene menos plata para comer al día que lo que comía en noviembre del año pasado […] Estamos en una crisis económica, social y política de envergadura”. Sin embargo, una población: “Tremendamente modesta y realista” en su aspiración del salario mínimo, que, de acuerdo a las respuestas, en promedio, los encuestados lo situaron en $465.547. Así lo demuestran los datos arrojados por la séptima versión del Barómetro del Trabajo, encuesta elaborada por MORI Chile en conjunto con la FIEL (instituto al alero de la CUT) y el respaldo de la FES Chile.
Este lunes, y con la presencia de la presidenta del Senado, Yasna Provoste; del ex director General de la Organización Internacional del Trabajo, OIT y presidente del Consejo Asesor para la Elaboración de Propuestas Constitucionales del Mundo Sindical de la CUT, Juan Somavía; Arlette Gay, de la Fundación Friedrich-Ebert, FES Chile y la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, se dieron a conocer los resultados de la séptima encuesta del Barómetro del Trabajo elaborado por la Empresa de Investigación de Opinión Pública MORI Chile en conjunto con la Fundación Instituto Estudios Laborales, FIEL Chile (institución al alero de la CUT) y el apoyo de la Fundación Friedrich-Ebert, FES Chile. La encuesta se aplicó entre el 15 de marzo y 5 de abril de este año. El Barómetro se viene realizando desde junio del año pasado.
A la luz de los resultados, Lagos señaló como conclusión: “El Chile que tenemos es un Chile de trabajadores, un Chile de Clase Baja, un Chile donde crecientemente estamos comiendo menos comidas al día que lo que se comía en noviembre del año pasado. Estamos en una crisis económica, social y política de envergadura».
Algunos de los datos que la respaldan: el 59% de la población se considera de clase “Baja o Media Baja” y el 76% se considera parte de la Clase Trabajadora. Respecto de las preguntas abiertas sobre los problemas que aquejan a las familias versus los problemas país, Lagos resaltó: “El problema es el COVID y la desigualdad a nivel país; el problema a nivel familia, es no tener dinero. Esas son las tres cosas que sobresalen y la delincuencia va en la retaguardia”. Los datos que reflejan esto: 51% de los chilenos declara tener problemas de dinero, deudas, cesantía e incertidumbre económica y sanitaria respecto del COVID-19 y la “delincuencia” queda relegada como un problema solo para el 2%. Cuando se consulta por los problemas país, el 28% menciona el control de la pandemia, el 23% la “desigualdad social, económica, salarial y cesantía” y un 10% la delincuencia.
Esta desigualdad también se observa en el teletrabajo: el 82% de la Clase Alta trabaja remotamente; y solo el 30% de la clase baja: “Claramente hemos dejado que se instale una nueva desigualdad […] beneficios para salvar una pandemia que otros no tienen”. Este dato queda refrendado con el último informe sanitario que señala que en las comunas del barrio alto de la Región Metropolitana han disminuido los casos de contagio, no así en las comunas populares. Esto debido, según expertos, a que los confinamientos son más difíciles de cumplir pues es una población que tiene trabajos informales y necesitan salir a buscar ingresos para sobrevivir.
Abordado el ingreso familiar: “La mitad del país tiene un sueldo que no corresponde al PIB que tiene el país hoy día”, dijo Lagos (51%, entre los $301 mil y los $500 mil) y otra profundidad más de la crisis que estamos viviendo, acotó, es que al 54% del país no le alcanza para llegar a fin de mes (dentro del cual, el 77% es de clase baja) En ese contexto, la pregunta sobre si es feliz o no con su trabajo, solo al 43% su trabajo lo hace feliz: “Hay un imaginario en el trabajador chileno que es negativo respecto del trabajo […] me parece extremadamente grave porque esto influye sobre la productividad del país, de la persona, sanidad mental […] Chile no puede llegar al desarrollo con esta cantidad de gente que no está satisfecha con el trabajo que desempeña”
Y un dato desolador refleja la respuesta en torno a la pregunta: ¿cuántas comidas calientes tiene al día en su casa? Comparando con los resultados anteriores, Lagos dijo que hay una creciente disminución de la capacidad de las familias de mantener comidas calientes al día. Es un indicador brutal”: En noviembre, solo el 37% afirmó tener 3 al día; en abril, 2021, bajó al 32%.
La encuesta también abordó el tema del salario mínimo, cuyo reajuste, precisamente se está discutiendo entre el Gobierno y la CUT. La Central ha propuesto $500 mil. El Barómetro, de acuerdo al promedio de las respuestas de los encuestados, lo establece en $465.547, monto que se ha mantenido en todos los períodos analizados, es por eso que Lagos explicó: “Los chilenos tienen en el imaginario colectivo una contabilidad mental que los hace llegar a una misma conclusión a lo largo de todas las crisis que se ha vivido entre septiembre, 2020 y abril […] Este es un tema central. Es un país tremendamente modesto. La gente no está pidiendo un millón de pesos. La gente está pidiendo una cantidad que le permita llegar a fin de mes, una cantidad que le permita comer las tres comidas. No estamos ante una demanda desmesurada. Es una demanda tremendamente modesta y tremendamente realista que se confirma vez tras vez”. Y ante la pregunta sobre el monto de la pensiones, se estableció un promedio de $391.273, no obstante, un 27% declara que debía ser igual al del salario mínimo.
Otro dato destacable es que el 52% otorga máxima importancia a la unidad de la clase trabajadora para luchar por sus derechos. Esa afirmación, justo cobrará carne en el marco de la convocatoria que hizo la CUT a sumarse a una huelga general sanitaria para este próximo 30 de abril -en la antesala del 1° de Mayo- por el errático e ineficiente manejo de la crisis sanitaria y la ofensiva de la derecha política y empresarial, que tiene al país sumido en una de las peores crisis económica, social y de empleabilidad de las últimas décadas. La CUT resolvió enfrentar la ofensiva política de la derecha empresarial, partiendo con el no reconocimiento del ministro del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero (UDI) como interlocutor de las y los trabajadores y denunciando la actitud anti democrática de la UDI.
- Lee o descarga informe del 7° Barómetro del Trabajo