Este martes, el Consejo Directivo de la CUT se reunió con Marco Enríquez-Ominami, cerrando así el ciclo de diálogos con los postulantes a La Moneda que incluyó encuentros con Yasna Provoste, Gabriel Boric y Eduardo Artés. El objetivo de estos diálogos no solo estuvo orientado a conocer sus propuestas en materia laboral también presentarles las principales demandas del mundo sindical.
“Hemos recibido al candidato Marco Enríquez-Ominami en el contexto de los conversatorios que hemos tenido con los distintos candidatos progresistas”, señaló la presidenta de la CUT, Silvia Silva, en un punto de prensa luego de finalizada la reunión que se realizó, este martes, en la sede de la Central, en la que participaron dirigentes y dirigentas del Consejo Directivo de la Central.
De esta forma, concluyó el ciclo de diálogos con las candidaturas presidenciales progresistas que contempló reuniones con Yasna Provoste, Gabriel Boric y Eduardo Artés, quienes presentaron sus principales propuestas vinculadas al mundo del trabajo, a la vez que la CUT les expuso las principales demandas del mundo sindical.
Sobre la exposición de Enríquez-Ominami, Silva precisó que: “hemos tenido una conversación cercana, transparente y hemos conocido en profundidad sus propuestas laborales”.
En tanto, Enríquez-Ominami, afirmó que la lucha por el trabajo decente: “…tiene al centro a los trabajadores y al mundo sindical que es un bien para la sociedad […]. Siempre promoveré que haya más sindicalismo, buscaré todas las fórmulas para que ese sindicalismo esté lo más unificado, evitando todos los resquicios legales que existen que impiden un movimiento sindical que negocie por Rama, que le pone trabas, a diferencia de los empresarios, para participar en el debate público”.
Se pronunció también sobre el salario mínimo, afirmando que su propuesta es de $556 mil: “No hay argumentos sólidos ni empíricos para demostrar que el sueldo mínimo alto, justo y decente sea una locura”.
El secretario General de la CUT, Eric Campos, enfatizó en la oportunidad que, efectivamente: “No es posible construir, en el ciclo electoral y Constitucional que se abre en Chile, una mejor democracia sin sindicalismo”.
Y en contexto de estos diálogos con postulantes a La Moneda, Campos fue categórico en afirmar que: «No da lo mismo a quienes reciben las organizaciones sociales. Aquí, no se trata de ser más o menos democrático. No hay espacio en la casa de las y los trabajadores para discursos nazis o fascistas […]. Espacio para el fascismo, en la CUT no hay […]. No estamos de acuerdo con quienes hacen homenajes a violadores de derechos humanos, con quienes creen que la solución para la migración es la construcción de zanjas o de muros y mucho menos con quienes levantan, como ejemplos a seguir, a un presidente como Bolsonaro”.
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