Se dijo durante la campaña Presidencial que no da lo mismo quién gobierna el país. Y los hechos lo demuestran. A seis meses de comenzado el Gobierno de Sebastián Piñera, ha quedado en evidencia la voracidad por cambiar todo aquello que se ha hecho en favor de los trabajadores y en la pelea de derrotar la desigualdad. Sin embargo: “Hoy lo que sorprende por sobre todas las cosa es que esto no tenga ningún resguardo de pudor, de respeto hacia las organizaciones, de diálogo con los actores involucrados (…).Tenemos esta actitud tan antidemocrática por parte del Gobierno. Están fuera del marco del diálogo que nos tiene que convocar. Están fuera de los marcos del reconocimiento de la legitimidad de los actores para poder pronunciarse sobre los proyectos de ley”
Así lo señaló la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, reiterando que ante esta ofensiva antisindical y arremetida neoliberal la multigremial se ha declarado en estado de alerta: “Y este “estado de alerta lo que busca es que vamos a generar las condiciones más amplia de unidad social y política para hacer, de alguna manera, muro de contención a esta ofensiva neoliberal del gobierno y eso hacerlo, por cierto, desde el debate en el parlamento, desde todos los espacios que nos competan y también desde el natural espacio de convocatoria de lucha en las calles, porque también es necesario hacerle ver a este gobierno desde esa expresión de la sociedad organizada que este camino que se está siguiendo no es el camino correcto, y eso contempla un plan ascendente de movilizaciones”.
Reformas a la reforma Tributaria (implementada desde el 2015 por el Gobierno de Bachelet) con la que pretende volver al sistema Integrado para restituir beneficios a los más ricos del país; la anunciada reforma a la reforma laboral (implementada desde el 2017); intentos de cambiar el Protocolo sobre objeción de consciencia para aborto en tres causales; proyectos de ley para crear un Estatuto Laboral para Estudiantes de Educación Superior y el del Teletrabajo con los cuales no solo se profundiza la precariedad laboral y potencia el reemplazo de trabajadores formales sino también, en especial el del Teletrabajo, pretende aislar al trabajador y los dictámenes de la Dirección del Trabajo pro empresariales son solo algunos ejemplos de propuestas que está impulsando este Gobierno.
Sobre el anuncio Presidencial, vía prensa, de que ya estaría lista la propuesta de “modernización laboral”, Figueroa dijo que: “Lo primero que llama la atención es que un Gobierno en un espacio institucional como el Consejo Superior Laboral, tanto el ministro del Trabajo como el subsecretario, planteen que tienen un profundo respeto y un profundo compromiso con el diálogo social y con el tripartismo, pero hoy día nos enteramos por la prensa que el Presidente de la República ya tiene armada una reforma laboral, suplantando entonces el espacio de debate natural que es el Consejo Superior Laboral conformado por la ley”.
Esta falta de diálogo social, Figueroa señaló que viene solo a reafirmar “lo que nosotros ya nos temíamos de que el Gobierno en estas materias actúa con un espejismo de democracia, pero que en el fondo está actuando con una pureza ideológica que sorprende, que llama la atención no porque uno no haya entendido que la Derecha probablemente iba a hacer una ofensiva muy fuerte en el ámbito de las reformas que se habían logrado avanzar durante el gobierno anterior a las cuales fueron opositores. Lo que sorprende hoy, por sobre todas las cosas, que esto no tenga ningún resguardo de pudor de respeto hacia las organizaciones, de diálogo con los actores involucrados, y menos aún al parlamento, a quien finalmente se le emplaza a resolver sobre cuestiones donde tampoco se hace diálogo”.
Y el tenor de lo que será esta reforma a la reforma laboral, ya más o menos se puede vislumbrar: “Atender demandas de los grupos de interés del empresariado, es decir restituir los grupos negociadores para vulnerar la titularidad, darle un carácter mucho más flexible a los servicios mínimos para vulnerar el derecho a huelga. Es decir, sabemos cuáles pueden ser los nudos críticos que se planteen pero lo más preocupante junto con esto, es que estamos enfrentando en forma y fondo una ofensiva que es peligrosa”, advirtió.
Es peligrosa, aclaró la dirigente, porque “se quiere echar por tierra lo avanzando hace dos años, solamente por una convicción ideológica porque el dato duro, el dato concreto nos indica y el propio informe del Consejo Superior Laboral así lo reafirma, no tenemos tiempo aún para hacer un análisis claro de qué es lo que requiere como cambios la reforma laboral. Por lo tanto esto da cuenta de que lo que está actuando aquí, es una convicción ideológica porque no hay un dato objetivo, un dato certero que hoy día nos esté indicando que necesitamos hacer cambios”.
“Esa actitud –enfatizó- dice mucho respecto de esta ofensiva del Gobierno que en el fondo es tratar de pasar por sobre todos con tal de imponer lo que a ellos le parece correcto sin ningún miramiento en las formas. Ahí se esconde o se devela una actitud súper peligrosa y muy antidemocrática de parte de este Gobierno que probablemente le da un tono de mayor gravedad a esta ofensiva”.
Son estas las razones por las que la Central se ha declarado en “estado de alerta”, convocando a las más amplia unidad “para detener este interés del gobierno no solo de retroceder en lo avanzado sino que dé un paso más allá en la consolidación de los intereses de las minorías de este país que son las elites, que son los que tienen la concentración del poder económico, que son las que tienen hoy el poder de concentración de los medios y que es a los que está defendiendo y con los cuales está gobernando este Gobierno”.
Y en este esfuerzo de poner freno a esta arremetida neoliberal, Figueroa insistió en que “requerimos a más actores sociales movilizándose contra este peligro y esta ofensiva contra los derechos sindicales pero también contra otro tipo de derechos como el derecho a la educación, la gratuidad entre otras materias y, por cierto que también demanda al mundo político, porque esto también requiere una Oposición en el parlamento que no solamente tenga fuerte convicción, fuerte sentido estratégico de trabajo conjunto sino que también requiere que ellos sean actores, líderes de opinión muy clave en respaldar todos estos proceso”.