Unas 400 personas colmaron el salón Manuel Bustos de la sede de la CUT para escuchar la charla magistral del destacado politólogo y sociólogo argentino Atilio Borón sobre: “Avance del liberalismo: Desafíos para la Izquierda de América Latina”. Compartimos video con su exposición.
Borón comenzó su charla (desarrollada el viernes 9 de agosto) señalando que “es un orgullo enorme estar en la CUT, en la casa de los trabajadores chilenos”, dejando en evidencia su conocimiento del devenir de la Central Única de Trabajadores (disuelta por la dictadura de Pinochet tras el golpe militar) refundándose (1988) en lo que hoy es la Central Unitaria de Trabajadores: “…conozco muy bien la lucha que hizo la CUT y cómo fue agredida, cómo fue tratada de hacer borrar del mapa. Así que para mí, estar en esta casa es realmente un acontecimiento muy importante”.
Y entrando ya en materia, fue directo en sentenciar: “…avance del neoliberalismo, la verdad es que mucho avance no se ha producido. Vamos empezar diciendo esto para no caer en diagnósticos pesimistas.El neoliberalismo está en retirada. El emperador, el Constantino de nuestra época (…aquel emperador que convirtió a Roma al cristianismo, dejando de perseguir a los cristianos adoptó la nueva religión y ahí aparece el Imperio Romano Cristiano), es Donald Trump. Y Donald Trump certificó la muerte del neoliberalismo; él ha vuelto al proteccionismo más rabioso en los Estados Unidos: Guerra comercial con China; guerra comercial con Europa; guerra comercial con países del tercer mundo; realmente liquidó el Tratado Transpacífico (TPP11) que era esa obra maestra del neoliberalismo global que había estado enhebrando cuidadosamente Barack Obama durante prácticamente ocho años: Trump, sepultó todo aquello de manera que el neoliberalismo se encuentra realmente en retirada como la ideología del capital, lo cual no quiere decir que el capitalismo haya abandonado sus pretensiones, sus sueños y su voluntad de prevalecer a costa de los trabajadores y por encima de los intereses de grupos y clases sociales”.
En ese contexto, habló de los “ensayos neoliberales” radicales en Argentina y Brasil, concluyendo que: “…es una interpretación absolutamente errónea y sesgada de la realidad”, afirmar que “…con la caída de los gobiernos del PT y sus aliados en Brasil y la caída del kirchnerismo y sus aliados en la Argentina, se abría en América Latina un ciclo de larga duración de gobiernos neoliberales”, explicando que para decir que comienza un ciclo neoliberal, “tiene que dar pruebas de una cierta sustentabilidad”.
Fundamentando este planteamiento, dijo que “cuando uno ve el país que aparece siempre como modelo de los éxitos del neoliberalismo en América Latina, que es Chile precisamente, se da cuenta que realmente está muy lejos el neoliberalismo de ser un proyecto que vuela muy alto, a vela desplegada, con toda fuerza y sin grandes obstáculos si no que ve una serie de problemas realmente notables (…) Esto empezó en el 73, casi medio siglo de aplicación de políticas neoliberales y ahora el Banco Mundial diga que Chile es el séptimo país de peor distribución de la riqueza del mundo (…) Eso habla de que es muy difícil de pensar de que hay un ciclo que se pueda sostener sobre la base de una desigualdad que lejos de haberse aminorado (…) vemos que se ha profundizado”.
En esa línea dijo que el ciclo de gobiernos progresistas no ha desaparecido en la región -mencionando casos como el de Cuba, México, Bolivia- aunque sí está sufriendo los embates porque “la lucha de clases también existe en el plano internacional. Y si hay un actor, un Gobierno que no se olvida nunca de que la lucha de clases es el motor en la historia, es el Gobierno de los Estados Unidos; muchos de los Gobiernos progresistas por ahí se les olvida eso, pero a los Estados Unidos y a la Casa Blanca nunca se le olvida la necesidad de combatir con todos los medios a estos Gobiernos (progresistas)”.
También fustigó el fenómeno de las “noticias falsas” (fake news) que son más creíbles que los propios desmentidos, resaltando “el grado enorme de credulidad que ha desarrollado esta sociedad en relación a cualquier noticia que venga a través de los medios o que venga a través de algo más confiable inclusive que los medios que son los teléfonos celulares, los grupos de WhatsApp”. Este análisis lo hizo en el marco del “impacto que hoy tienen las nuevas técnicas de comunicación, que por algo lo llaman el Neuromarketing político, porque no se dirige a la racionalidad de las personas si no a movilizar dos instintos fundamentales que ellos manejan muy bien: El temor y el odio (…) que hablan de alguna manera de los recursos que va a apelar la Derecha para perpetuarse en el poder”.
- Video de la charla magistral de Atilio Borón en la CUT: