El economista de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) de la CUT, Fernando Carmona, analizó estos datos arrojados por la “Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2018” del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La ESI – publicada este martes 13 de agosto- arrojó que el ingreso laboral promedio de la población ocupada en el país fue de $573.964 neto mensual, mientras que el 50% de los trabajadores del país percibió ingresos menores o iguales a $400 mil. Fue aplicada en el trimestre octubre-diciembre de 2018 con el objetivo de caracterizar los ingresos laborales de las personas ocupadas, así como los ingresos de otras fuentes de los hogares, a nivel nacional y regional.
La desigualdad en las remuneraciones persiste: “Solo un 1,7% de los trabajadores alcanzó montos iguales o superiores a $3.000.000”. Y respecto la brecha salarial de género, esta también continúa: “Los ingresos medio y mediano de los hombres se ubicaron en $652.397 y $411.100, respectivamente, mientras que en las mujeres, éstos alcanzaron los $474.911 y $343.234, respectivamente”.En relación a las regiones del país: “La población ocupada de Magallanes fue la que consignó los ingresos medio y mediano más altos ($844.511 y $501.805, respectivamente). Por el contrario, Ñuble fue la región con menores ingresos medio y mediano ($414.209 y $300.000, respectivamente).
A la luz de estos datos, Carmona dijo que“se sigue confirmando la debilidad del mercado laboral chileno”.
En esa perspectiva, profundizó en los efectos que tendría en los salarios y el país, la híper flexibilidad laboral que intenta imponer el Gobierno de Sebastián Piñera: “En la medida que los trabajos son más precarios, más flexibles, los salarios son más bajos (…) Y no es negocio para el país, a largo plazo, tener muchos trabajadores muy mal pagados porque eso va a impactar negativamente en el crecimiento del país”.