Organizaciones sindicales y sociales, agrupadas en Unidad Social, convocaron el desarrollo de Cabildos Populares a lo largo de todo el país. El objetivo: Reflexionar en torno al origen del momento actual que vive Chile y las demandas que reclama el pueblo, ver los caminos posibles para avanzar en mayor justicia social hasta reducir la tremenda brecha de desigualdad que nos rige en todos los aspectos de nuestra vida y si se requiere la realización de una Asamblea Constituyente.
Desde el jueves pasado que se han ido concretando los cabildos en distintas ciudades del país, en sedes de las CUT Provinciales y zonales, de juntas de vecinos, de sindicatos, de colegios profesionales, en plazas, parques, lugares de trabajo o en espacios donde sea posible llevarlos a cabo. Todas las propuestas que salgan de estos cabildos, serán condensados en documentos.
La certeza del fracaso del modelo económico impuesto a sangre y fuego durante la dictadura cívico-militar que prometió brindar bienestar y desarrollo a todas las capas sociales que conforman el tejido vivo de nuestro país, ha quedado plasmado con el descontento y rabia expresados en las calles, incansablemente, desde el pasado 18 de octubre.
Y es por eso el llamado a manifestar la capacidad de reflexión, diálogo y autodeterminación del pueblo de Chile. Siendo nuestra Constitución Política –o Carta Fundamental- el ordenamiento jurídico de la nación, por lo tanto la que regula el funcionamiento del Estado chileno, las relaciones entre el Poder y la ciudadanía (deberes y derechos) como también las relaciones entre los Poderes del Estado, las organizaciones sociales y sindicales han estado exigiendo desde largo tiempo la elaboración de una nueva Constitución Política de la República verdaderamente democrática pues la actual fue redactada a puertas cerradas por la dictadura de Pinochet.
Conversamos con los panelistas del programa Memoria Viva de Radio Recabarren de la CUT, Alfonso Guerra, sociólogo y José Figueroa, dirigente sindical, sobre estos cabildos y las causas más profundas de este estallido social en un país que a juicio del Presidente Sebastián Piñera, hasta hace poco era un “oasis” en el contexto latinoamericano.
Figueroa valora la realización de los cabildos e invitó a participar en ellos, recordando que “…son una antigua norma que han tenido las organizaciones sociales para darle solución a sus problemas más angustiantes”.
Consultado por los resultados de estos cabildos, enfatizó en que “…se deben tomar en cuenta las propuestas de la gente”.
En tanto, para Guerra, el origen del descontento y rabia social, es uno solo: “…las raíces de la crisis que estamos viviendo es de muy larga data y de acumulación de desigualdades que este modelo económico está produciendo”.
Para terminar con esta desigualdad social, asegura, se debe cambiar la Constitución actual – la que solo “…ha sufrido modificaciones formales”, tras la vuelta de la Democracia, precisa- porque nuestra Carta Fundamental “garantiza un modelo que genera la desigualdad”.
En esa línea, planteó que una nueva Constitución: “…tiene que ser una Constitución que democratice la democracia, en la cual como derechos naturales, incorpore los derechos sociales de la ciudadanía e incorpore a las decisiones políticas a los sectores medios de la sociedad que hoy día no están contemplados”.
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