Radio Recabarren, este martes se trasladó a ambos hospitales para conversar en terreno con funcionarios que también son dirigentes de la Fenats Nacional de sus respectivos hospitales base, quienes desde la mirada de los trabajadores, expusieron la realidad que se vive a diario en la red hospitalaria en el marco de la crisis sanitaria que, de acuerdo al reporte de este miércoles de las autoridades de Salud, la fría cifra de personas contagiadas de Coronavirus en el país ya asciende a 34.381 mil con un saldo de 347 fallecidas.
En el Hospital Padre Hurtado conversamos con los dirigentes Leonardo Gutiérrez y Gladys Manríquez, quien, al momento de comenzar la entrevista, venía recién saliendo de su turno de 24 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital.
El Padre Hurtado atiende pacientes de tres comunas de la zona sur de la capital: La Granja, La Pintana y San Ramón, lo que equivale a una población de más de 400 mil personas.
Gutiérrez, dijo que en el hospital ya hay 49 funcionarios con COVID-19; 5 han estado hospitalizados ya algunos les han dado el alta médica y 170 funcionarios en cuarentena por contacto con contagiados, denunciando así la falta de medidas de seguridad para los trabajadores/as: “en esta falta de medidas que estamos observando, se nota la forma de improvisar que se ha tenido para atender el problema de la pandemia, en estricto rigor para los funcionarios y funcionarias que muchas veces no tienen seguimiento”.
Manríquez, en relación a la cantidad de ventiladores mecánicos que han llegado al país según lo anunciado por el propio ministro de Salid, Jaime Mañalich, dijo que: “vamos a descartar algunas suposiciones porque el ministro lo ha dicho en varias intervenciones sobre la cantidad de ventiladores: si nos preguntan si hemos visto dónde están esos ventiladores, nosotros podemos decir con seguridad, que no los hemos visto”. Ahora bien, explicó, se les ha informado que podrían llegar al recinto unos 20 ventiladores, pero si se concretase surgiría otro problema pues no contarían con el suficiente personal calificado para operarlos: “…si llegasen aquí 20 ventiladores más, nosotros no tenemos personal capacitado para atender a esos pacientes en ventilación mecánica; no tenemos el lugar adecuado tampoco” ya que se necesita toda una estructura y aislamiento de pacientes.
En cuanto a los insumos que están usando para resguardar su salud, Manríquez fue enfática en señalar que: “si nosotros nos estamos contagiando es porque los implementos no nos sirven hoy día, no son los adecuados”.
Revive acá transmisión desde Hospital Padre Hurtado
En tanto, en el Hospital San José, ubicado en Independencia, conversamos con la dirigente Yessica Olivares. El San José comenzó a operar permanentemente a fines del siglo XIX producto de la emergencia que se vivió en aquella época con la epidemia de viruela, atendiendo también otras enfermedades infectocontagiosas; en el año 1994, se convierte en un hospital de Alta Complejidad. Atiende a pacientes de 8 comunas de la zona norte de la capital: Independencia, Recoleta, Conchalí, Huechuraba, Quilicura, Lampa, Colina y Til Til, lo que implica una población de más de 1 millón de personas.
Olivares, explicó que: “nos hemos visto en la palestra últimamente por el colapso de nuestro Servicio de Urgencia y efectivamente, vivimos siempre al borde del colapso. Este hospital se quedó chico hace mucho tiempo”, precisando que como Fenats Nacional: “…hemos denunciado un montón de veces las precariedades que tenemos”.
Consultada por el número de pacientes con Covid-19, Olivares estimó que hay más de 70 hospitalizados y cuentan hoy con 28 ventiladores mecánicos propiamente tal. También fuimos testigos de un importante flujo de ambulancias que llegan con pacientes pero que tienen que esperar para ingresarlos a la Unidad de Urgencia; un tiempo de espera, que según señaló Olivares puede ser de hasta ocho o doce horas porque sencillamente no hay espacio para atenderlos: “Esto, además, significa que tienes parada una ambulancia doce horas y esa ambulancia, es necesaria en otro punto de la ciudad”.
En el sector de Urgencia, se instalaron 2 carpas –con dispositivos militares- donde se atienden pacientes respiratorios ambulatorio. Son aquellos que están en observación por sospecha de COVID-19 a la espera de los resultados de las tomas de muestras PCR COVID-19: “…tienes una demora hasta de tres días. Y esos pacientes tienen que esperar tres días en esa carpa, sentados en sillas plásticas hasta tres días, sin aire acondicionado y sin alimentación porque como son sospecha, observación no están hospitalizados entonces no se les puede contabilizar para darles alimentación y aislados de su familia, solo con el celular”, de tal manera que son los propios familiares de los pacientes los que les llevan la comida, pero como no pueden tener contacto directo con ellos, lo que hacen es: “por la reja, acercarse a un guardia y pedir el favor que le entreguen” los alimentos a su familiar: “son condiciones denigrantes para nuestra población (…) nosotros como funcionarios nos da mucha pena atender a nuestros pacientes así (…) de no tener todos los recursos para atender a nuestros pacientes. No es lo que merece la población”.
Hasta el domingo, dijo Olivares, se contabilizaban alrededor de 42 funcionarios contagiados y en cuarentena cerca de 100: “Nuestros funcionarios están con un estrés enorme, los turnos están muy agotadores (…) mentalmente están cansados, atemorizados de llevarse el virus a la casa”.
Respecto de los insumos para la seguridad de los funcionarios, Olivares dijo que se entregan con restricciones, llegando incluso a que: “nuestros propios funcionarios han tenido que comprarse mascarillas, batas en algunos casos también tenemos donaciones de la comunidad, de algunas empresas privadas; los gremios también hemos estado cosiendo mascarillas para poder entregarles a nuestros compañeros para tránsito”. En el caso de mascarillas quirúrgicas, contó que les entregan 2 para un turno de 24 horas: “lo que es completamente insuficiente porque una mascarilla quirúrgica puede durar, máximo, cuatro horas”.
Revive acá transmisión desde el Hospital San José