En una ceremonia on line, en la que participó la CUT, el Estado de Chile depositó en la OIT la ratificación del Protocolo 2014 que buscar eliminar todo trabajo forzoso, pues este constituye una violación de los derechos humanos, que atenta contra la dignidad de millones de mujeres, hombres, niñas y niños alrededor del mundo.
El pasado 19 de diciembre se efectuó la ceremonia virtual en la cual el Estado chileno depositó su ratificación del Protocolo 2014 relativo al Convenio N°29 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre erradicación del trabajo forzoso: “Con la culminación de este proceso, Chile se constituye como el segundo Estado de América del Sur en asumir el desafío de avanzar para ser un país libre de trabajo forzoso”, consignó la OIT, a través de un comunicado público.
El Protocolo 2014 de la OIT, reconoce que: “…la prohibición de la utilización del trabajo forzoso u obligatorio forma parte de los derechos fundamentales, y que el trabajo forzoso u obligatorio constituye una violación de los derechos humanos, atenta contra la dignidad de millones de mujeres, hombres, niñas y niños, contribuye a perpetuar la pobreza y es un obstáculo para la consecución del trabajo decente para todos”. Este Protocolo está relacionado con el Convenio N°29 de la OIT (del año 1930) sobre el trabajo forzoso. En 2014, la Conferencia International del Trabajo lo adoptó explicitando la supresión de las disposiciones transitorias contenidas en el Convenio N°29.
En su primer articulado establece que todo país que ratifique la supresión del trabajo forzoso: “Deberá adoptar medidas eficaces para prevenir y eliminar su utilización, proporcionar a las víctimas protección y acceso a acciones jurídicas y de reparación apropiadas y eficaces, tales como una indemnización, y sancionar a los autores del trabajo forzoso u obligatorio”.
La vicepresidenta de la Mujer e Igualdad de Género de la CUT, Julia Requena, valoró la rúbrica de este protocolo toda vez que está en la ruta hacia la meta de la Alianza 8.7 sobre Trabajo Decente (contemplada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS para el 2030 impulsados por la Organización de Naciones Unidas, ONU) La Alianza establece la necesidad de: “Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
Requena, destacó que este Protocolo: “va en directo beneficio de las niñas y niños de Chile en el contexto de erradicar de una vez el trabajo infantil en el país”.