“Este proyecto combina la reducción de la jornada con la flexibilidad necesaria para que las empresas encuentren cómo ocupar mejor el tiempo en el cual los trabajadores pueden ser más productivos”.
Así defendió hace una semanas el titular de la cartera de Economía, Juan Andrés Fontaine, el Proyecto de Ley de adaptabilidad Laboral del Gobierno (llamado de “Modernización Laboral para la Conciliación Trabajo, Familia e Inclusión”) en el cual, a último momento, incorporó reducir la jornada a 41 horas promedio flexible para así, salir al paso del amplio respaldo ciudadano que está obteniendo el otro proyecto surgido de una moción parlamentaria que busca reducir la jornada a 40 horas sin flexibilidad y sin rebaja de las remuneraciones.
Sus dichos dejaron claro que la flexibilidad laboral solo es para favorecer a los empleadores. Así también lo entendió la prensa con sus titulares de esa oportunidad: Gobierno confirmó que flexibilidad de jornada laboral será para las empresas y no para los trabajadores; Reducción de jornada laboral: Fontaine asegura que flexibilidad apuntará a las empresas y no a los trabajadores; Ministro Fontaine asegura que jornada flexible es para que empresas administren mejor el tiempo de los trabajadores; Gobierno reconoce que flexibilidad laboral es en beneficio de la productividad de las empresas; Ministro de Economía: proyecto de flexibilidad laboral es para empresas no para trabajadores y Fontaine aseguró que flexibilidad laboral será para que empresas decidan cómo usar mejor el tiempo de trabajadores.
El economista y encargado del Programa de Políticas Públicas de la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) de la CUT, Fernando Carmona, dijo que los declaraciones de Fontaine reflejan: “lo que los empleadores han deseado durante varios años en Chile que son los contratos por horas en donde se hace pedazos la jornada laboral como unidad indivisible”
Lo que en realidad necesitan los trabajadores para lograr mayores niveles de eficiencia o productividad, explicó Carmona: “…es la motivación que puede venir de distintas maneras: de los ingresos que se ganan, hasta el tipo de dirección o empresa que se emprende, pero es evidente que los trabajadores en situación de vulneración de derechos, en situaciones donde son flexibilizados y precarizados, no van a ser más productivos”.