Discurso del Día del Trabajador y la Trabajadora – 1ero de Mayo 2023

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Discurso del Día del Trabajador y la Trabajadora – 1ero de Mayo 2023
Central Unitaria de Trabajadores/as
Presidente David Acuña Millahueique

Compañeras y Compañeros,

Comenzamos esta conmemoración del día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, recordando para que nadie olvide, a las y los mártires de la ciudad de Chicago, quienes el primero de mayo de 1886, iniciaron una huelga por condiciones laborales y la demanda de reducir la jornada laboral. 137 años después las y los trabajadores del mundo seguimos reclamando trabajar menos, para vivir más.

Hoy la coyuntura nos obliga a denunciar, que un millón de trabajadores y trabajadoras, un millón de familias no podrán tener el reajuste del salario mínimo. La responsabilidad absoluta de esta injusticia, y que se escuche en todo chile que es la DERECHA y sus políticos, operadores del gran capital que manipulan y juegan con las necesidades de las y los trabajadores, de los más pobres, de la clase media, ya que cuando votan, lo hacen cuidando la billetera de los grandes empresarios.

Lo reitero, que lo sepa todo Chile, hoy nuestro trabajo no vale más, porque la derecha empresarial, que está en el parlamento, está negando el aumento de nuestros salarios.

Intentan poner en cuestión el diálogo social legítimo entre el gobierno y la principal y más representativa organización de trabajadores y trabajadoras de Chile, nosotros…la CUT. ¿Quieren ayudar a las pequeñas empresas?, ¡¡háganlo ahora!! Aprobemos las reformas, bajemos los costos de los créditos, mejoremos su acceso a la banca, que el gran capital que defienden pague las facturas de las pequeñas empresas antes de los 30 días, eso es fortalecer la economía, no pagar menos por trabajar más. Porque esa, es la fórmula de la derecha empresarial.

Hacemos un llamado a las fuerzas progresistas, de izquierda y de centro izquierda, a aprobar sin vacilaciones el acuerdo de salario mínimo que construimos en el marco del diálogo social. Incluso llamamos a los partidos que dicen defender a la clase media, que aprueben este acuerdo. Las políticas sociales no se pueden construir sobre la base de los recursos de los propios trabajadores y menos de los fondos de pensiones, si de verdad quieren defender a las familias, dejemos los populismos y aprobemos el salario mínimo.

Vamos a defender nuestros derechos y los avances que hemos alcanzado, como Central llamamos a nuestro consejo directivo nacional, a nuestras estructuras y afiliadas a organizarnos y prepararnos.

Hacemos el llamado a los trabajadores y las trabajadoras para que juntos acumulemos fuerzas, porque hoy nos declaramos en estado de alerta, para defender nuestros derechos sociales, con diálogo, como lo hemos hecho hasta ahora, pero también con movilización, así como lo hicimos para recuperar la democracia. Ahora debemos defender los pocos avances, nuestra dignidad, nuestros derechos sociales y nuestra democracia.

La Clase Trabajadora hoy se ha manifestado y movilizado en la calle, desde Arica a Punta Arenas, con fuerza, convicción y cohesión, porque sí, compañeros y compañeras, el sindicalismo hoy es un actor importante de nuestra sociedad, es quien lleva hacia adelante el diálogo social, es el que fortalece las sociedades y en especial, es quien respalda y valida la democracia. La fuerza de las y los trabajadores organizados está presente somos la fuerza que construye la democracia.

Quiero saludar a cada trabajador y trabajadora y poner especial valor a la actividad que realizan diariamente para poder vivir. Ser de la clase trabajadora es ser personas de esfuerzo y lucha.

Compañeros y compañeras somos un grupo de valientes que luchamos por un mundo más justo, solidario y equitativo.  Somos la fuerza que mueve el país, somos los que creamos la riqueza.

Hace un año nos reunimos y con esperanza pedíamos la ratificación del Convenio 190, para eliminar la violencia y prácticas de acoso en los lugares de trabajo, con especial atención en nuestras compañeras, que en la denuncia diaria de vulneraciones no encontraban respuesta. Conseguimos la firma de la ratificación y lo celebramos, pero sin embargo seguimos con el desafió de la instalación del convenio 190, el cual debe ser realizado con la participación de las y los trabajadores, debe ser realizado con el diálogo social, donde nuestra voz esté representada y valorada.

También desde acá, levantamos la voz para seguir luchando por una demanda histórica de la Central: la necesidad de recuperar la calidad de vida de las y los trabajadores a través de la reducción de la jornada laboral, una lucha que encabezamos cuando reducimos la jornada de 48 a 45 horas. Nuestra lucha siguió hasta lograr hoy, una jornada laboral de 40 horas. Una ley escrita con titularidad sindical.

Avances que se lograron con diálogo y movilización, con mucha calle, con mucha fuerza y cohesión. Estamos convencidos que vamos por el camino correcto.  

El rechazo de la idea de legislar la Reforma Tributaria presentada por el Gobierno es el rechazo de avanzar hacia un sistema tributario que ponga en su centro la Justicia, la Equidad y la Progresividad. Para el movimiento sindical es evidente que en esa decisión primaron los intereses del gran empresariado, de ese 1% de la población que acumula riqueza y poder.

Pero digámoslo con toda claridad, el rechazar la Reforma Tributaria es el rechazo a la Reforma de Pensiones, es el rechazo al Fortalecimiento de la Salud, es el rechazo al Fortalecimiento de la Educación, particularmente de la educación inicial, es el rechazo al Sistema Nacional de Cuidados, he incluso al Fortalecimiento de la Seguridad Pública. Es el rechazo a la agenda de avances sociales demandados por la ciudadanía a lo largo del país.

Nuestra Central ha coordinado por más de 30 años, la única Negociación Ramal que se lleva a cabo en nuestro país, a través de la Mesa del Sector Público, que aglutina a las organizaciones más representativas de las y los trabajadores del Estado.

La Mesa del Sector Público, no solo se limita al reajuste de remuneraciones, es nuestro principal instrumento para defender y fortalecer la función pública, al servicio de la mayoría de nuestro pueblo y particularmente de los sectores que más requieren el respaldo del estado en la protección de sus derechos.

Hay que fortalecer el estado y La Estrategia Nacional del Litio es fundamental para que este tenga un rol activo en la explotación e industrialización del litio, lo que entregará mayor riqueza y bienestar al pueblo de Chile. Creemos que el litio permitirá engrosar el llamado sueldo de Chile.

Vamos en la dirección correcta para construir un nuevo modelo de desarrollo, lo que permitirá superar el agotado modelo chileno exportador de materias primas.

No tengan miedo compañeros y compañeras, no hagan caso a quienes quieren proteger el modelo neoliberal que tanto daño nos ha hecho un modelo que nos ha roto la esperanza, dominándonos y adoctrinándonos.

Chile está en medio de dos fenómenos sociales reales, la mezcla del miedo que nace de la inseguridad por la delincuencia y la del hambre. Por los altos precios de alimentos, donde el valor del sueldo nacido del esfuerzo no alcanza.  Ambos fenómenos son campo de cultivo para el populista de discurso fácil.

Discursos fáciles y sin propuestas claras, discursos de ultraderecha, de pensamiento fascista, que se sustentan en los conceptos de Fe, Patria y Seguridad, creando una efervescencia artificial, lo que es riesgoso para el país.

No tengan miedo, el miedo es una forma de control y no vamos a dejar que nos controlen.

Atacaron nuestro sueño de una constitución donde todos y todas estemos representados y desde el temor nos hicieron retroceder.

Pero ahora, los llamo a que miremos con convicción y pensemos, en el país que queremos crear para nuestros hijos e hijas,

y que tengamos una constitución que reconozca el trabajo decente como un eje social que este en función de las necesidades de Chile y de su pueblo.

Tenemos que cambiar la constitución de Pinochet, tenemos que cambiar esa constitución que validó el Plan laboral de Piñera, que eliminó los derechos sindicales y le quito el rol a lo colectivo.

Este año se cumplen 50 años del Golpe Cívico Militar donde nos diezmaron como clase trabajadora. Porque en Chile fueron violados derechos humanos, para quitarnos nuestros derechos sociales y el avance que habíamos conseguido como clase trabajadora. Es por eso que en nuestro Congreso Consultivo Social y Político, reflexionamos y definimos este año 2023 como el año del Trabajo Decente y los DDHH.

Aún nuestro país tiene un dolor profundo y sus heridas abiertas. Aún hay muchas madres, como Anita González, que no encontraron los cuerpos de los suyos.

Son muchos los hijos, como los del compañero Exequiel Ponce, que buscan respuestas, muchos esposos que aún sienten el flagelo que sufrieron sus compañeras en cárceles clandestinas, son muchos los hijos, como los de Manuel Diaz, que aún buscan la razón de tanto odio y maldad contra los suyos.

Rescatemos la memoria y demos honor y gloria a nuestros compañeros y compañeras. Con Memoria y Reparación, Con Memoria y Reparación, así avanzaremos en abrir el camino a las profundas transformaciones estructurales que conduzcan a una sociedad que ponga en valor su historia, desde la solidaridad, equidad y sobre todo con justicia social.

Avancemos y construyamos desde la unidad y la cohesión social, rompamos con lo pasado, pero con la Memoria Viva.

“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”, dijo nuestro compañero Allende, quien siempre empatizó con las y los trabajadores, y vio en nuestra clase una fuerza transformadora, comprendiendo que somos la materia prima de la sociedad, que desde el momento en que gobernamos para las y los trabajadores, estamos gobernado para todos y todas.

“Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino”, nos dijo en su último discurso el compañero presidente Salvador Allende y nos entregó la responsabilidad de incidir en los cambios estructurales para tener una sociedad justa, solidaria y equitativa. Donde nadie quede fuera en este país que soñamos.

Hoy estamos enfrentando una crisis de seguridad.

Esta crisis si se debe enfrentar entregando más recursos y herramientas a carabineros y a la justicia. Sin embargo, las autoridades no pueden olvidar que las y los trabajadores también necesitamos protección para llegar sanos a nuestros hogares.

No puede ser que estemos en permanente riesgo. Cuando estamos desarrollando nuestro trabajo no podemos estar expuestos. No puede valer más el capital de los empresarios que la vida humana.

Nunca más debemos permitir que una trabajadora sea asesinada cumpliendo su trabajo, como Francisca Sandoval, periodista y reportera de Señal 3 de la Victoria, como nuestro compañero Claudio Villar, quien terminando su turno fue asesinado en un tiroteo en la losa del aeropuerto. Y hace unos días recibimos la terrible noticia del asesinato del inspector municipal, Hugo Vega, quien fue apuñalado mientras atendía una denuncia por violencia intrafamiliar. Hugo murió haciendo lo que más amaba, proteger a la gente, era un hombre de apariencia dura, pero de un alma y corazón amable y sincero, preocupado siempre del más débil ayudando y cooperando con sus compañeros y compañeras. No debemos permitir que esto siga ocurriendo. Nuestros compañeros y compañeras deben contar con los implementos de seguridad que protejan su vida.

La seguridad ciudadana, es un tema multidimensional, donde urge realizar una intervención social en las comunidades donde el crimen organizado está capturando a nuestros hijos e hijas, se debe fortalecer la asesoría a las víctimas, acogerlas y entregar herramientas para recuperar su salud mental, debemos volver a caminar tranquilos. En esta lucha nadie se debe restar.

La CUT cumple 35 años desde su refundación, tras la caída de la dictadura y es la organización más representativa con más de 750 mil trabajadores y trabajadoras del país.

Las y los dirigentes de la Central respondemos al mandato de nuestras bases. Ellas, en nuestro último Congreso Consultivo Social y político, nos mandataron a ser parte de los cambios, a participar de las distintas instancias del diálogo social y avanzar en la protección de los derechos laborales y el fortalecimiento del sindicalismo.

En este congreso reflexionamos y analizamos las causas de la derrota del progresismo en el plebiscito y nos comprometimos a seguir avanzando en un nuevo proceso constituyente, para que nuestra constitución sea la primera en el mundo en tener el trabajo decente como derecho fundamental.

El 4 de septiembre, las ideas progresistas y los cambios sociales sufrieron una derrota que puede llegar a retrasar en varios años los cambios sociales que el país necesita.

Les decimos a todos los candidatos, quienes aspiran este 7 de mayo a escribir una nueva constitución, que vemos con preocupación que muchos siguen manteniendo un espíritu identitario, que para nada aporta a la construcción de una nueva constitución. Esperamos que entiendan, que si siguen haciendo lo mismo, una vez más se van a equivocar.

Quiero hablarle hoy con fuerza y claridad, a todos mis compañeros y compañeras que libremente acudirán el domingo a emitir su sufragio, que tenemos que cuidarnos de los populistas y desenmascarar sus mentiras. Debemos combatir al fascista y liberarnos de su opresión.

Así como no da lo mismo quien gobierna, No da lo mismo quien escriba la nueva constitución. Porque hoy, es la clase trabajadora la que impulsa con fuerza las reivindicaciones sociales.

Compañeros y compañeras, la Central Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras va a continuar la lucha heredada por nuestra historia obrera y campesina de un salario digno y suficiente.

Cuando pedimos una mejor calidad de vida, se nos critica, cuando pedimos se fiscalicen los abusos, se nos crítica y hoy cuando pedimos un sueldo mínimo, se nos crítica y se nos trata de irresponsables.

Irresponsables son aquellos que con indolencia niegan un salario digno. Insensatos son aquellos que evaden, eluden, subcontratan y tercerizan servicios para poder enriquecerse. Son ellos los indignos, son ellos los injustos, NO la clase trabajadora.

Porque nosotros sabemos que un sueldo digno, un salario justo y suficiente es el camino para dejar la informalidad. Nosotros sabemos que un salario justo incentiva el empleo y sabemos que la formalidad es también el camino para mejorar las pensiones. Porque hoy uno de cada 4 trabajadores está en la informalidad y recibirá una pensión insuficiente para vivir.

Cuando será el día en que podamos mirar a los ojos a doña Cecilia, que hace aseo en un edificio y a tantos otros que viven con un sueldo indigno, para decirles que hemos avanzado en mejorar su calidad de vida para asegurarles una pensión digna. Solo ahí compañeros y compañeras, podremos juntarnos en un abrazo fraterno por la dignidad.

El modelo que estableció la dictadura les falló a todos y cada uno de nuestros pensionados y pensionadas. Hoy es cuando tenemos la oportunidad de cambiar ese modelo. Pensionarse no puede significar caer en la pobreza.

Pero cuidado, porque los profetas del desastre predicen grandes calamidades si se avanza en más reformas si se avanza en dignidad para el trabajador y la trabajadora.

Y acá quiero hablarle, especialmente a los defensores del modelo individualista, a los defensores de las AFP.

Un modelo solidario, colectivista, pensado en el bien común, construirá un sistema que permitirá ir en ayuda de quien más lo necesita, principalmente de nuestras compañeras que han sido postergadas una y otra vez y que han vivido el castigo que les infringe el modelo, solo por ser mujeres, modelo que no busca, ni tiene interés en corregir las desigualdades que ha ido generando en el tiempo.

Compañeros y Compañeras, la negociación ramal se nos presenta como una oportunidad de ser los articuladores históricos de la cohesión sindical para poder generar los pisos mínimos y condiciones dignas de trabajo para cada tipo de industria.

Este va a ser un desafío para nuestros políticos de convencer a los conservadores y también para nuestras organizaciones de actuar como un frente unido y sólido. Este es el camino para poder combatir los abusos y la precarización y esperamos que el Gobierno adelante lo antes posible las conversaciones, para poder presentar el proyecto de Negociación Ramal. Porque es urgente, muy urgente fortalecer el movimiento sindical.

Hoy el sindicalismo enfrenta grandes desafíos, como la tercerización de servicios que no solo precariza las condiciones laborales, también destruye organizaciones, como lo estamos viendo con la empresa SKY Airlines, que despidió a más de 700 trabajadores y trabajadoras con el fin de tercerizar las mismas funciones y que tiene como consecuencia, la aniquilación de su organización sindical.

Es urgente que se regule con fuerza la tercerización de servicios y la aplicación de los servicios transitorios, que se endurezcan las multas, porque acá los únicos ganadores son los bolsillos de los empresarios.

Los constantes abusos de las empresas, la falta de herramientas fiscalizadoras y las multas excesivamente bajas, son finalmente un incentivo para que las empresas puedan abusar de las y los trabajadores, como lo vemos en Walmart, que ha recibido centenares de multas por un contrato declarado ilegal por la justicia y que prefiere pagar las multas, a reparar el daño hecho a las y los trabajadores.

Nosotros los sindicalistas seremos actores activos en la implementación de las leyes y aquí le exigimos al Gobierno el fortalecimiento real de la Dirección del Trabajo, para que pueda fiscalizar y sancionar de manera efectiva a los empleadores que no cumplen las normas laborales.

Chile necesita fortalecer la justicia laboral, hemos avanzado en derechos y necesitamos que estos se protejan y se sancionen los abusos.

Hoy le exigimos al Gobierno, que amplíe la cobertura de la defensoría laboral para que más trabajadores y trabajadoras puedan obtener justicia.

Hoy le exigimos al Gobierno, que se transforme en un aliado y defensor de la clase trabajadora y que sea el impulsor histórico de los grandes cambios laborales.

Compañeros y compañeras es nuestro deber exigir a los próximos consejeros constitucionales que el Trabajo Decente sea parte de la nueva constitución, que no se le pongan trabas al derecho a huelga y que se respete la libertad sindical.

También deben saber nuestros parlamentarios y parlamentarias, que negar el aumento al salario mínimo, significa condenar a la pobreza a millones de chilenos y chilenas y sepan que vamos a estar ahí, en las puertas del parlamento para recordarles día a día su deber con la clase trabajadora.

Sepan que no nos vamos a detener ante la crítica ni la amenaza.

Que no nos vamos a intimidar, cuando nos quieran encerrar por manifestarnos

Escúchenme bien, compañeros y compañeras hoy al volver a sus hogares, cada uno de ustedes tiene que sentirse orgulloso y orgullosa de ser parte de la clase trabajadora.

Porque somos la fuerza que mueve Chile.

Porque no exigimos nada más que lo justo.

Porque sabemos que vamos por el camino correcto.

¡Viva Chile!

¡Vivan los Trabajadores y las Trabajadoras!

¡Viva la lucha eterna de la clase obrera!

MUCHAS GRACIAS

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